Rápido, ¿un museo? Muchos de ustedes habrán respondido mentalmente El Louvre. La pinacoteca parisina es el sinónimo del arte en todo el mundo. En su interior alberga algunas de las mejores obras de todos los tiempos. Como Beyoncé, por ejemplo.

Apeshit 

O mejor habría que decir The Carters, el dúo que forma junto a Jay Z. Y más concretamente todavía su canción Apeshit (“Mierda de mono”, perdonen la expresión, es lo que hay, aunque mejor traducción es algo así como “volverse loco”, “ponerse como una moto” ). El espectacular vídeo de esta canción se grabó en los pasillos del Louvre, un día que hubo que acondicionar el museo y abrirlo exclusivamente para el equipo de rodaje y las dos superestrellas de la música. 

Aquello ya generó una buena polémica en su día. Y ahora, la decisión del museo francés se suma a aquella ofensa. 

Lo que han ideado es una visita turística al museo basada en las escenas del vídeo. Así no se visitan las obras cumbre de la Humanidad, sino los lugares en los que Beyoncé canta y baila. El Tour Beyoncé

La Gioconda vs Beyoncé

Por su puesto, la ruta incluye las dos obras cumbre que además abren el clip. La Gioconda y la Victoria de Samotracia. Ambas obras pudieron ser filmadas sin los enjambres de turistas que las rodean eternamente. Pero también están presentes otras obras menos populares. Una Piedad de Rosso Fiorentino o la Virgen con el Cojín Verde de Andrea Solario, pinturas que desde entonces seguro que son mucho más conocidas. Pero estamos en el Louvre y La Balsa de la Medusa o Las Bodas de Caná eran shootings irresistibles. 

Eso sí, los que opten por esta oferta no van a disfrutar de las estancias palaciegas solo rodeados por atléticos bailarines en paños menores. Más bien lo harán en medio del habitual caos de colegiales maleducados franceses, ruidosos españoles, disciplinados japoneses, enormes americanos y lívidos germánicos.