Ya hemos hablado varias veces de lo que bien que van las energía renovables en Alemania. La apuesta que el país mantiene por las fuentes limpias. Y como estas políticas están dando resultado. Tanto en la producción como en el precio cada vez más bajo que los alemanes pagan por el abastecimiento. Por no hablar claro, de su contribución al medioambiente y a combatir el cambio climático.

Freiburg, la ciudad más soleada de Alemania

Estos resultados plantean preguntas casi deportivas. Curiosidades de hasta dónde llega el asunto. Por ejemplo, ¿qué ocurre en la ciudad con más horas de sol de Alemania? Aunque la respuesta puede ser predecible, en realidad es sorprendente. En Freiburg todo respira energía solar. No es que tenga una gran central en las cercanía. Es que todo el pueblo lo es. Cada casa, cada edificación, prácticamente cada superficie horizontal es una placa fotovoltaica. Situada cerca de la Selva Negra, Suiza y Francia, es el centro experimental de una experiencia de éxito.

Células fotovoltaicas por doquier

Además de que cada superficie horizontal albergue una célula solar, las verticales están erizadas de elementos que captar la energía del viento. Solar y eólica es el binomio que impulsa la ciudad. y lo hace hasta límites increíbles. Nada menos que 4 veces la energía que la ciudad necesita. Es decir, Freiburg produce un 400% de energía de la que consume. Y cada vatio sin emitir ni un gramo de CO2 o NO2 a la atmósfera. Así no es extraño que en su pequeño territorio tengan su sede varias instituciones relacionadas con la ecología y las energías limpias. El Instituto para la Ecología alemán, la secretaría europea del Consejo Internacional de Iniciativas Medioambientales y la Sede Internacional de Energía Solar. Por si fuera poco, Freiburg cuenta con un circuito ciclista de 400 kilómetros, para que también el transporte construya en su obsesión por conseguir el objetivo de emisiones cero en toda la ciudad.