Se acaba de encontrar en Argentina, en la región de El Chaco, donde la Asociación de Astronomía del Chaco excava desde hace tiempo, el segundo meteorito más grande que se haya localizado en el mundo, después del Hoba, que cayó hace unos 80.000 años en lo que hoy se conoce como Namibia, y sobrepasaba las 66 toneladas. El recién descubierto, según unas primeras mediciones aún no definitivas, pesa algo más de 30 toneladasy se estima que pudo caer hace unos 4.000 años, chocando contra la atmósfera de la Tierra, lo que habría generado una lluvia de meteoritos metálicos en una zona llamada Campo del Cielo, cuyas rocas todavía se pueden encontrar en la región.

Sorprendente peso

"Lo que nos sorprende es el tamaño y el peso", ha declarado a la agencia estatal argentina Télam Mario Vesconi, presidente de la Asociación. "Pudimos cotejar el peso con el otro gran meteorito hallado en la provincia, y si bien esperábamos que este pesara más, no pensamos que llegara a superar las 30 toneladas", añadió. Vesconi ha explicado que su equipo accedió al lugar el viernes y trabajó en la excavación hasta el domingo, cuando pudieron extraer el meteorito. Las labores se complicaron porque el cráter estuvo a punto de verse inundado por los acuíferos que hay en la parte superior de la capa freática. "Teníamos un fragmento que se nos estaba inundando, por lo que le pedimos ayuda al municipio de Gancedo que nos facilitó las máquinas necesarias para continuar la excavación", contó el investigador.  Por esto, el equipo de expertos bautizó esta nueva roca como Gancedo. Los trabajos actuales se centran en el análisis del meteorito se centran en conocer su composición.

Faltan meteoritos

Según datos de la Asociación de la Astronomía de Chaco, hasta ahora se ha recuperado solo un 35 % de los meteoritos que impactaron en la zona en la que trabajan hace 4.000 años, gran parte de ellos ubicados en la vecina provincia de Santiago del Estero. Por ello, Vesconi ha reclamado al gobierno de esa región que se comprometa al igual que Chaco en la investigación de la zona para poder completar la recuperación de los milenarios fragmentos de cuerpos celestes.