Un grupo de agricultores de Fukushima se ha lanzado a plantar arroz en la huella del desastre, cerca de donde se encontraba la planta nuclear que sufrió el accidente en 2011. En concreto, la iniciativa se ha desarrollado en arrozales de las localidades de Tomioka e Iitate, donde el cultivo de este cereal y de otros alimentos está actualmente restringido, y sobre las que pesaba una orden de evacuación hasta el mes pasado. Se ha hecho, eso sí, tras culminarse las tareas de descontaminación de la zona, que han garantizado que el consumo de este producto sería seguro, aunque se mantienen limitaciones sobre la agricultura y la ganadería en las zonas más próximas a la planta. Y se ha hecho tras una iniciativa apoyada por las autoridades que ha empezado por retirar la capa de tierra superficial de los arrozales, y rellenada con arena procedente de otras áreas, dentro de las tareas de descontaminación y limpieza de residuos radiactivos que se llevan a cabo en los alrededores de la central de Fukushima Daiichi desde el desastre nuclear de 2011.

Revitalización de la economía local

El cultivo experimental de arroz se llevará a cabo junto a mediciones de radiactividad del producto, y tiene como objetivo revitalizar la economía local, señaló un responsable del ayuntamiento de Tomioka a NHK. Una treintena de países y la Unión Europea aún aplican restricciones sobre la importación de productos nipones originarios de Fukushima, por temor a que estén contaminados. Las emisiones y vertidos radiactivos que resultaron del desastre en la central de Fukushima Daiichi, provocado por el seísmo y tsunami de marzo del 2011, aún mantienen evacuadas a miles de personas que vivían junto a la planta y han afectado negativamente a la agricultura, ganadería y pesca local.