El cambio climático afecta ya al 68,5 % de españoles (32 millones). En la última década se han sucedido los años muy cálidos, con los veranos ganando días y semanas y el aumento de calor en las noches tropicales. Además, la superficie con clima semiárido, esto es, el asociado a temperaturas altas y escasez de lluvias, ha aumentado en 30.000 kilómetros cuadrados (en torno al 6 % de la superficie de España) en las últimas cinco décadas, y las zonas más afectadas son Castilla-La Mancha, valle del Ebro y sureste peninsular.

Así lo ha publicado un estudio que presentó ayer, martes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y en el que cifra de afectados se ha calculado extrapolando los datos obtenidos desde 2011 en relación con las temperaturas medias anuales más cálidas durante, al menos 5 años, en 37 observatorios repartidos por toda la geografía española, de un total de 58.

Y en esos análisis, el valor más extremo se ha obtenido en Barcelona/Aeropuerto, donde, desde 2011, todos los años han sido muy cálidos, y algo más de seis meses al año la temperatura ha estado enmarcada dentro del 20 % de los meses más cálidos de la serie. En otros observatorios climatológicos, como en el de Murcia o en el de Teruel, todos los años desde 2011 -menos uno- han exhibido un comportamiento similar, mientras que en Madrid, cinco de los últimos ocho años se pueden calificar también de muy cálido.

Respecto a las temperaturas, la AEMET ha señalado que las temperaturas medias de todas las estaciones son cada vez “más elevadas”. El ascenso se aprecia con más claridad en primavera, y el verano es la estación más afectada por el cambio climático, aumentando la temperatura y alargando su duración: según señala la agencia, dura nueve días más de media por década, es decir, abarca cinco semanas más que a comienzos de los 80.

También se ha visto afectada por estos cambios la temperatura superficial del Mediterráneo. La AEMET ha apuntado que está aumentando en 0,34 grados centígrados por década desde principios de los 80, lo que propicia un incremento del nivel del Mediterráneo, que desde 1993, se ha traducido en un aumento de 3,4 milímetros por año. Una de las consecuencias de este aumento es que las regiones costeras incrementen el número de noches tropicales, aquellas en las que la temperatura mínima supera o iguala los 20 grados. También han aumentado en Madrid, donde han pasado de ser de menos de 10 entre 1971-2000 a más de 20 entre 1981-2010.