El volumen de residuos textiles que desechamos, derivado de la creciente cantidad de ropa que consumimos, es una de las grandes afrentas contra el cambio climático. Por fin, la industria de la moda se ha puesto las pilas, y ha sido nada menos que la Cumbre del Clima (COP24) de Katowice (Polonia), donde, en una Carta colectiva, 45 grandes firmas, como Adidas, Burberry, Esprit, Guess, Gap, Hugo Boss, H&M, Inditex (con marcas como Zara) y Levi Strauss, se han comprometido a reducir progresivamente sus emisiones y contribuir al desarrollo sostenible.

“La industria de la moda siempre está dos pasos por delante cuando se trata de influir en la cultura mundial, por lo que es un logro que asuma ahora liderazgo en la lucha contra el cambio climático”, ha celebrado el gesto la secretaria Ejecutiva de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Patricia Espinosa.

En la Carta del Clima de la Moda, a la que también se sumó la empresa de logística global Maersk y la organización ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), se fija como objetivo que la industria de la moda reduzca a cero sus emisiones para 2050, a la vez que define los retos que deberán abordarse en ese periodo: desde la descarbonización de la producción, la selección de materiales sostenibles, transporte con bajas emisiones o la sensibilización de los consumidores. En concreto, las empresas que suscriben el texto se marcan un camino hasta 2050 que pasa por reducir sus emisiones en un 30% para 2030, y han establecido metas concretas como la generación de calor y electricidad a través de energías renovables en sus propias instalaciones y en la de sus proveedores directos a partir de 2025.

Los baluartes del textil firmantes certifican, así, que respaldarán las políticas climáticas impulsadas por la ONU. El documento está abierto a que otras empresas y organizaciones se unan, y reconoce el papel crucial que puede desempeñar la moda en la ecuación sobre cuestiones climáticas.