Vivimos infoxicados de tanta mentira, la primera, la que nos contamos a nosotros mismos cada mañana o cada instante en nuestra vida, nuestra particular obra de teatro personal. Caray, como nos gustan las “trolas” propias y ajenas para no tener que pensar, y ni que decir sentir.

Cuando dejamos morir a cada instante nuestra conexión con la vida huimos despavoridos hacia delante con una máscara o varias para evitar “darnos problemas” cuando en realidad estamos construyendo una narrativa insoportable que impide cuestionarnos la realidad de nuestro origen, de nuestros paraqués.

Muchos tenemos latente la tentación de huir hacia delante, de construir una coraza buenista más fuerte aún, de tirar la toalla para evitar “el conflicto” de ponernos delante del espejo, sin embargo, el valor y la fuerza interior permite una salida al sistema aprendido de supervivencia.

 

Entonces, ¿Cuál es el precio que pagamos por los altos niveles de impostación? ¿Es posible dejar el personaje social? ¿Puede el teatro ayudarnos con herramientas para salir de este atolladero?

Sí, aunque quizá en el mercado no exista esa realidad todavía. Quien lo vive, quien lo experimenta puede vivir el desbloqueo y empoderamiento de los cuatro centros; intelectual, instintivo, emocional y espiritual. Un espacio personal para recuperar nuestro “instrumento holístico”, para expresar todos los tesoros interiores de nuestra creatividad, nuestra verdad.

Y ahí con sentido de la responsabilidad entra la técnica teatral y gestalt para producir atención plena, arraigo. Un trabajo muy especial, sensible que necesita tiempo, paciencia, amor para atravesar los momentos delicados o traumáticos que cada uno haya vivido con anterioridad.

 

Los actores, no solo somos intérpretes, sino también personas como tú que necesitamos trabajar la flexibilidad y capacidad de adaptación a cualquier lugar. Necesitamos espacios para vaciar todos los personajes interiores que ya no nos sirven y darnos cuenta del nuevo desafío creativo.

Y tú, ciudadano de a pie ¿Acaso crees que esto no es también para ti? ¿Cómo crees que nos afectan los patrones de pensamiento llenos de adjetivos?

El Dr Martos en una de sus sesiones de Terapia Teatral  ©Toño Zarralanga

Necesitamos salir del “pan y circo” para buscar conversaciones profundas en las que conectar con el sentimiento más profundo que nos llevó a ser decididos, valientes y generosos. Abrir espacios vivenciales para crear una sociedad renovada, más humana como fuente inagotable de riqueza.

 

Es urgente afinar y dotarnos de capacidades creativas, de pensamiento crítico, de lectura, de ensoñación para desplegar todo nuestro potencial humano en todos los contextos de nuestra vida.

Como dijo Paul Auster…

“El arte no va a transformar de inmediato la sociedad. El arte sirve otra función, de tipo espiritual. Abre las mentes y corazones de las personas a las vastas posibilidades de la vida humana”

Diego Martos, Terapeuta Teatral

9 de octubre de 2022