No todos los científicos son personas adustas, series y formales. Algunos esconden bajo las batas una personalidad fiestera y bromista. Una personalidad que les lleva a administrar drogas a los animales para ver cómo se comportan. Antes fue a los delfines, ahora a los pulpos.

Pulpos sociables

Luego dicen que es una manera de investigar tal o cual fenómeno. Pero quién puede creerles. Todos imaginamos extrañas motivaciones tras un titular como que han suministrado MDMA a los pulpos.

La excusa en este estudio era comprobar cómo la serotonina influye en nuestra actividad social. Cómo esta sustancia puede hacer que seamos más propensos a desarrollar relaciones con nuestros semejantes.

Al parecer, el MDMA es una potente droga para canalizar estas sensaciones. A los científicos no les basta con el comportamiento de los adolescentes de polígono y han probado a ver si en sujetos más objetivos, como los pulpos, la cosa funciona igual.

Caricias de yonki

Y ni cortos ni perezosos les han dado a los cefalópodos su dosis de eme. Y parace que les hizo efecto.

Por normal general, estos animales llevan una vida solitaria, cruzándose solo en el momento de aparearse. Sin embargo, cuando van puestos de MDMA parece que son más dado a la vida social

El experimento consistió en colocar a un animal en una celda aislado. Al otro lado una pelota de juguete y en otra celda, otro pulpo. Los pulpos sobrios eran más partidarios de ir por el juguete y pasar de su congénere. Sin embargo, los que habían sido sumergido en agua con MDMA pasaban más tiempo con el otro pulpo tocándose y reconociéndose entre los dos. 

Más allá de las diferencias genéticas, para los investigadores esto prueba cómo son sustancias químicas los que condicionan nuestro comportamiento hasta en lo sociables, o no, que somos. Sea MDMA o serotonina, que funcionan según los científicos de forma parecida, al final son sustancias incontrolables los que nos controlan.