Nos preguntamos constantemente cómo será Marte. Ahora podemos verlo gracias a las distintas sondas que hemos conseguido posar sobre la superficie del planeta rojo. Y ahora, gracias a la última de ellas, Mars InSight, podemos también escucharlo. 

La leve atmósfera marciana

El último ingenio que la NASA ha colocado sobre la superficie marciana tiene muchas misiones que ya hemos descrito. Pero además de la labor científica, también está aportando datos que nos acercan las sensaciones que podríamos vivir en un hipotético viaje interplanetario. 

Desde su ubicación en el Elysium Planitia marciana, InSight ha captado el sonido de la tenue atmósfera marciana. Porque aunque comúnmente se dice que el planeta perdió su atmósfera, lo cierto es que aún conserva una delgada línea compuesta principalmente por CO2. Un aire que se mueve en ráfagas y que emite un leve sonido.

Tan leve que la NASA ha tenido que cambiar la frecuencia para que los oídos humanos puedan percibirlo. Y con esa modificación lo que se escucha es un viento no muy distinto del que estamos habituados a oír en la Tierra.

Efecto colaretal


Este viento, aunque leve, es capaz de levantar pequeños torbellinos en el regolito de Marte y que ahora podemos oír gracias a un ingenioso sistema integrado en la sonda. Las vibraciones del aire son captadas por sus paneles solares. Las ondas se transmiten por el cuerpo de la sonda hasta unos receptores interiores. Estos sensores vuelven a traducir esas vibraciones a ondas sonoras.

Lo curioso es que este sistema no se ideó para captar los sonidos. El objetivo era medir las vibraciones que la sonda soporta a causa del viento marciano y ver cómo afecta a su funcionamiento. Pero ya puestos, nos ha transmitido una nueva sensación del planeta Marte. Ahora ya sabemos cómo suena.