Una clásica pregunta, que esconde más incógnitas que las que a primera vista se perciben, trata de dilucidad qué fue antes si la gallina o el huevo. Ahora un grupos de científicos ha descubierto algo relacionado.
Sin llegar a solucionar el mítico enigma, lo que si parece claro es que antes de la gallina fue la pluma. Al menos es lo que aseguran los investigadores de la Universidad de Bristol. Después de su análisis, han concluido que las plumas surgieron en el planeta nada menos que 100 años antes de que la primera ave surcara los cielos.
Para llegar a esta conclusión han sido necesarias complejas pruebas interdisciplinares. Combinar hallazgos paleontológicos con principios de desarrollo molecular biológico.
Dinosaurios emplumados
El hallazgo paleontológico clave fue el de un pterosaurio. En los restos fósiles, los excavadores detectaron estructuras que inequívocamente identificaron como plumas. El único problema es que esto suponía retrasar mucho tiempo la relación entre las plumas y las aves. El ave considerada más antigua, el Archaeopteryx, surgió mucho tiempo después.
A partir de ahí, muchos otros hallazgos empezaron a ser mejor comprendidos, hasta el punto de que cientos de especímenes encontrados en China demuestran que muchos dinosaurios tenían el cuerpo total o parcialmente cubierto de plumas. Una gran diversidad de plumas. Algunas de menor tamaño cubrían el pecho y la espalda y otras largas en las patas delanteras.
Los científicos siguen explorando la extraña relación entre las estructuras de la piel de dinosaurios y aves. Desde esas primeras plumas en dinosaurios que todavía no podía considerarse aves hasta las escamas actuales en las propias aves, en la zona de las patas y el cuello.