El calor aún no aprieta excesivamente, pero pronto, muchos empezarán a utilizar el aire acondicionado para combatirlo. Y surge la pregunta y precaución en las conversaciones, la prensa, redes sociales y hasta esos audios de whatsapp de origen confuso y fiabilidad muy cuestionable: ¿puede ser el aire acondicionado un foco de contagio del nuevo coronavirus?

"Si puede flotar en el aire una dosis infecciosa del virus  el tiempo suficiente para que circule y recircule gracias a la acción del aire acondicionado, podría preocupar que favorezca la transmisión en un lugar determinado", dice William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. Pero añade que, hasta ahorA,  hay poca evidencia de que esto pueda ocurrir.

La Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) han publicado un documento conjunto sobre la posible transmisión del SARS-CoV-2 por ese tipo de aparatos, que aborda varias cuestiones: por un lado, respecto a la idea de que el virus se reproduzca en las instalaciones de esas máquinas, afirma que “no tiene ningún sentido dado que el virus no se puede reproducir sin invadir células humanas”.

Y en cuanto al riesgo de transmisión a partir de un aire acondicionado, el texto asegura que, “siendo muy baja la probabilidad de que el virus entre en el sistema de climatización o extracción de aire y se difunda por los conductos, se debería garantizar una renovación suficiente, captando el aire exterior en un lugar apropiado, y favoreciendo la renovación respecto al confort climático y la eficiencia energética”.

Así, estas entidades recuerdan que “hay sistemas de aire acondicionado que simplemente modifican la temperatura, pero muchas instalaciones permiten también renovar el aire y regular otros aspectos. Por tanto diferentes sistemas plantean situaciones diversas”.

Habría que considerar varios factores al analizar un modelo de aire acondicionado, como la forma como el sistema de aire acondicionado (hay varios), la forma como éste permitiría la circulación de partículas virales en el aire y aumentaría la velocidad y la distancia que recorren. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) diferencia entre las instalaciones de aire acondicionado “centralizadas y con conductos”, común en edificios comerciales y de servicios y que capturan el aire "desde el exterior, luego se enfría y, a partir de ahí, circula por los conductos por todo el edificio”, y aunque a veces, “para ahorrar energía, se hace una recirculación del aire entre espacios, pero eso, en la actual situación, es preferible no hacerlo: para prevenir el contagio de la Covid-19 lo ideal es que todo el aire que circula en los edificios provenga del exterior”.

Otro sistema lo constituyen las instalaciones de aire acondicionado “con dispositivos Split o Multi-split”, al que suele recurrirse en los hogares para darle un uso individual. “En estos aparatos no hay entrada de aire desde el exterior”, pero no garantizan "la renovación de aire necesaria: por eso se recomienda abrir ventanas y puertas con frecuencia durante el día, por períodos de 5 a 10 minutos”, señala la OCU.

La organización recuerda que, “por higiene y por seguridad, sea cual sea la temperatura, e independientemente de que uses o no aire acondicionado, es fundamental ventilar bien la vivienda”. En concreto, su recomendación es “abrir las ventanas durante al menos 5 minutos por las mañanas o en las horas de menos calor”, renovar el aire de la vivienda “con regularidad”, aplicar “trucos de toda la vida para refrescar la casa sin necesidad de usar el aire acondicionado” y cuidar la temperatura, porque “no se trata de pasar frío, sino de tener una sensación de confort”.