La obra de Carla Querejeta nos remite a lo orgánico, lo contundente, lo exuberante. Es una obra donde la forma importa, y mucho: sobre estructuras tridimensionales, a menudo de madera, la artista se expresa con una mezcla de materiales y formas, incluida la pintura -pero también la tela rasgada, por ejemplo-, que ofrece un torrente de color y movimiento. Carla Querejeta Roca, artista española residente en París pasando por Tánger, inaugura el próximo 8 de septiembre en la Galería Kreisler, decana de las galerías de arte de Madrid, su exposición Caminos del mundo. Una serie de obras luminosas que remiten a los viajes de la artista, para mostrar su concepción de la naturaleza y mestizaje. “Hago espacio. Obra que es espacio en sí misma. Es la intervención en la materia, a la par que la representación de ésta”, expresa Querejeta. “Puesto que toda obra es creacióndestrucción, y no existe una sin la otra, en mi obra empecé a cortar, romper y desgarrar, para remendar y reconstruir a partir de los despojos”. El crítico Fernando Castro (autor de Mierda y catástrofe) dice de ella en el catálogo de la exposición que “revisando sus obras recientes, aprecio un sentido profundo de los ritmos y las pulsiones, una energía y una fuerza singular, pero sobre todo una capacidad extraordinaria para componer por medio del gesto y con un lujo cromático evidente”. f56983_d48a2c630308454b844d3ecdcdec74af.jpg_srz_761_745_85_22_0.50_1.20_0.00_jpg_srzvampiros20x20cmimages