Felipe VI se ha convertido en objetivo de críticas por parte de la extrema derecha después de firmar los nueve reales decretos que el Gobierno de España aprobó en el Consejo de Ministros para indultar a los nueve presos del procés.
El monarca, tal y como lo marca la Constitución Española, está obligado a rubricar con su firma la decisión tomada por el Consejo de Ministros, tras la propuesta del ministro de Justicia: 'La función regia se reduce a desplegar su magistratura de influencia, pero obviamente no forma discrecional sino previa deliberación del Consejo de Ministros, y a propuesta del titular de Justicia. Y, en todo caso, la Constitución incorpora una limitación importante: el Rey no podrá autorizar indultos generales'.
A pesar de que Felipe VI está obligado por la carta magna, algunos miembros de la extrema derecha han criticado que el monarca haya firmado los indultos para los presos del procés.
Unos reproches contra Felipe VI que comenzaron el pasado 13 de junio, en la manifestación de Colón contra los indultos, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, puso en tela de juicio cuál sería la función de Felipe VI: "¿Qué va a hacer el rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar los indultos? ¿Lo van a convertir en cómplice?”.
Tal ha sido el enfado causado por la ultraderecha, que algunas personas no han dudado en cambiarle el nombre al Rey y ponerle el mote de Felpudo VI. Un nuevo nombre que ha provocado las bromas por parte de algunos usuarios que también han agradecido a Ayuso su apoyo, indirecto, a la República.
Algunos de ellos bromean con que "la extrema derecha se ha hecho republicana", mientras que otros señalan que "se podría hacer negocio con esto de Felpudo VI".
