En unos momentos en los que el caso Pegasus ha copado las portadas de todos los medios de comunicación durante los últimos días, las redes sociales no han sido menos y en ellas sus usuarios también han compartido bromas, comentarios o críticas. Pegasus, el programa informático creado en Israel y utilizado para labores de espionaje, saltaba a la actualidad política en España hace poco tiempo por haberse conocido su presunta implicación en la intervención en las comunicaciones del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y otras figuras del independentismo catalán y vasco.

Incluso esta misma semana el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha asegurado que el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también han sufrido “intrusiones consumadas” en las que se ha producido una “extracción de un determinado volumen de datos de los terminales” y ha calificado las intervenciones de “ilícitas” y “externas”.

El programa informático en cuestión apareció en el año 2011 y pertenece a la empresa israelí NSO Group. Su funcionalidad consta en la detección de la ubicación de un dispositivo, además de entrar en sus aplicaciones que pueden poseer información confidencial, por ejemplo, correo electrónico, galería de imágenes, lista de contactos o mensajes de texto. Además, puede activar de manera remota la cámara y el micrófono del aparato electrónico para tomar fotografías, vídeos o grabar conversaciones.

Este escándalo ha desembocado en un gran número de horas de debate en las instituciones, en los medios de comunicación, pero también en las redes sociales. En Twitter, un usuario aprovechaba la polémica para realizar una comparación entre una de las escenas más cotidianas que se pueden encontrar en los pueblos de España y el software de espionaje: “El Pegasus de mi pueblo”.

El tuit ha arrasado en esta red social con 71.000 ‘me gusta’, más de una decena de miles de retuits y reacciones de todo tipo que se encuentran en la sección de respuestas de la publicación. De hecho, poco después su propietario ha añadido otro mensaje para apostillar en tono de humor: “Y lo que no averiguan se lo inventan”.