La youtuber Soy Una Pringada ha publicado un hilo en Twitter en el que cuenta una anécdota ocurrida en la tarde de este martes, cuando la Policía procedió a interrogarla tras el acoso de un grupo de cayetanos, nombre designado por antonomasia para referirse a una persona con un estilo de vestir pijo. Al principio, la también actriz ha narrado el momento en las historias de su perfil de Instagram antes de replicarlas todas en una sucesión de mensajes en la red social del pájaro azul.

Para llevar a cabo su explicación del relato, Estíbaliz Quesada, su nombre real, ha otorgado varios nombres ficticios a los protagonistas de la historia. Cayetana Funkopop, Cayetano Taburete y Cayetano Pulsera España han sido los apodos que la youtuber ha asignado a sus personajes y, para ilustrar las fotografías que adjuntaba en sus publicaciones, ha colocado a modo de representación las caras de tres de los influencers más conocidos entre los llamados cayetanos: Laura Yanes, Álvaro López Huerta y Willy Bárcenas.

Sin embargo, en el grupo había más personas, a quienes ha asignado una fotografía de un grupo de jóvenes con el mismo estilo, aunque Soy Una Pringada ha adelantado que no se dirigen a ella en ningún momento a diferencia de los otros tres. “Salgo de mi casa dirección mi franquicia favorita, Starbucks. Llevo el ordenador y mi cuaderno de escribir porque tenía que escribir mis pensamientos y editar un vídeo”, ha comenzado la actriz en su relato para introducir la primera escena: “Enfrente de mí se sientan los protagonistas de nuestra historia. Empiezan a decir mi nombre en alto, a señalarme y a buscarme en Google. Así media hora”.

En sus historias de Instagram, que ha dejado fijadas en su perfil para que los usuarios puedan verlas de manera permanente, Soy Una Pringada ha contado que pasaba el tiempo y ellos seguían incomodándola “a altos niveles”: “Cuando ya estoy llegando al punto de hartarme, les saco una foto y la subo a mis historias de Instagram poniendo ‘Estos funkopops me están buscando en Google’”. “Al rato, ellos se levantan y Cayetana Funkopop se acerca a mi mesa venida arriba y me dice: ‘Sacar fotos de alguien sin su consentimiento es delito’”, ha explicado la youtuber.

“La Policía no puede pedirte eso”

En ese momento, según ella, le respondió un “¿nos pegamos?” a modo de broma, a lo que todo el grupo de jóvenes comenzó a escandalizarse. “A todo esto, ellos también me estaban sacando fotos y Cayetana Funkopop compartiendo mis propias historias en su cuenta pidiendo que la hiciese influencer”, ha narrado, a lo que ha afirmado que “Cayetano Taburete dice la única frase que se espera de un cayetano en un conflicto de cualquier índole: ‘Voy a llamar a la Policía’”.

La DJ ha explicado que entonces el grupo se fue y que, “a los 10 minutos”, llegó la Policía y comenzó a realizarle un interrogatorio: “Yo flipando, me enseñan la placa y les cuento lo ocurrido. Luego llega otro más de la Policía armado. Total, que al final me hicieron borrar la foto y quedó en nada el asunto”. Tras publicar todas las historias de Instagram con su relato, una seguidora le ha mandado un mensaje privado a Soy Una Pringada, el cual ha hecho público, para advertirle de que las fuerzas de seguridad no tienen la capacidad para ejecutar esa acción: “La Policía no puede pedirte que enseñes tu móvil y borres una foto. La próxima vez les preguntas si tienen autorización judicial. De verdad, qué rabia, soy abogada y se aprovechan de su placa para perder el tiempo y subirse el ego”.