Hoy, 19 de febrero, ha salido al mercado Manual de resistencia (Ediciones Península). El libro del presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha provocado opiniones de lo más diversas. La crítica se ha apoderado del ejemplar. Conforme avanza el día, cada vez son más los lectores que rescatan en redes sociales alguna de las vivencias que Sánchez ha querido introducir en el libro

Entre las historias que se cuentan en la obra, se especifica el motivo por el cual Pedro Sánchez decidió llamar a Sálvame y hablar con Jorge Javier Vázquez

"En aquella época, a finales de 2014, al PSOE se le cuestionaba todo. No estábamos en nuestro mejor momento, y el empuje de Podemos y las simpatías que despertaba en todos los sectores de la sociedad nos situaban permanente a la defensiva. Uno de aquellos días, yo estaba reunido con varios miembros de mi equipo en mi despacho de Ferraz, y de repente entró uno de ellos y exclamó:

—¡Joder, hasta Jorge Javier!

—¿ Qué le pasa a Jorge Javier? —le pregunté yo.

Me contó lo que estaba ocurriendo. Aquel año el asunto de la prohibición del Toro de la Vega fue un tema muy candente en los medios. De hecho, incluso fue portada en El País. Los detractores estaban muy organizados y protestaban constantemente, había mucho ruido con el Toro de la Vega, y en fin, se convirtió en una polémica de primer orden. El caso es que Jorge Javier, una persona muy vinculada a la protección de los animales —preocupación que comparto—, desde su programa y con su enorme audiencia, nos daba la espalda. Así me lo explicó mi colaboradora:

—Pues acaba de decir en directo que va a dejar de votar al PSOE.

—¿ Por qué?

—Porque el alcalde de Tordesillas, que es socialista, defiende el Toro de la Vega, y le parece una atrocidad.

Sin pensarlo, dije: —Pásame con él.

Y así fue como, en cuestión de minutos, estaba hablando con él por teléfono en directo. Soy un gran amante de los animales —tengo una perrita y dos tortugas—, desprecio el maltrato animal y soy partidario de erradicarlo, no solo porque detesto ver sufrir cualquier ser vivo, sino también porque creo que maltratarlos nos deshumaniza como personas. Por otro lado, a los políticos siempre nos disgusta perder votantes, y más aun perderlos por una discrepancia que en realidad no existe. Era absurdo. Al mismo tiempo, yo era consciente de que aquellas afirmaciones generales no servían en aquel momento. Los detractores del Toro de la Vega querían realidades tangibles contra una tradición que consideraban salvaje. De manera que adopté un compromiso concreto con Jorge Javier: presentar una proposición de ley de protección animal a nivel nacional que obligara a unos mínimos. En España hay leyes autonómicas, y eso hace que la protección varíe mucho de una Comunidad a otra. A las dos semanas la presentamos en el Congreso. El PP la rechazó, claro.

Así de espontánea fue la cosa, tanto que incluso al principio de nuestra conversación no sabía que estábamos en directo en la televisión. Yo estaba hablando con él, pensando que era una conversación privada, hasta que de pronto me di cuenta de que estábamos en directo. El caso es que cuando terminamos, enseguida percibí el impacto que había tenido aquella irrupción televisiva, porque me llamó mi mujer, que estaba trabajando:

—¿Qué has hecho? —me dijo—. ¿Has entrado en Sálvame?

—Sí, por teléfono. ¿Por qué?

—Porque me está llamando gente a mi oficina, a mi empresa, sobre todo mujeres, para felicitarme por lo que has dicho… Que dicen que, si vas a una manifestación contra el Toro de la Vega, ellas van también. Los dos soltamos una carcajada. Aquello era divertido de puro inaudito. La gente buscaba en Google «Pedro Sánchez», les salía la empresa de mi mujer, y allí llamaban para transmitirle a Begoña, o a quien cogiera el teléfono, su respaldo a la protección de los animales y al compromiso que yo acababa de adquirir en directo".