Como es costumbre, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, lanzó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una pregunta que no estaba registrada en el orden del día. De hecho, el conservador le interpeló sobre si tenía pensado “cesar” al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras su imputación en el caso de la presunta filtración del correo del novio de Isabel Díaz Ayuso. Exigencia que no tiene sustento legal ni responde a mandato constitucional, tal y como le ha recordado el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián. “Lo digo por si quieres ser presidente”, respondió con ironía el dirigente independentista.

La respuesta de Rufián viene como réplica a un tuit publicado por Alberto Núñez Feijóo, jactándose de su pregunta a Sánchez en la sesión de control. “43 días escondido. Bunkerizado. Sin responder preguntas. Mandando a sus ministros mentir y justificar el procesamiento del fiscal general del Estado. No puede perseguir delitos quien, presuntamente, los ha cometido. Exija su dimisión”, escribió el jefe del principal partido de la oposición.

Lo que no recoge en su tuit Feijóo es la literalidad de la pregunta. “La situación del Fiscal es inédita en democracia. No puede perseguir delitos quien presuntamente los ha cometido […]. ¿Va a cesar al fiscal general o considera que el Tribunal Supremo trabaja para mí, como dice Óscar Puente?", espetó el líder de la oposición, hablando claramente de que Sánchez cese al fiscal.

El problema es que no hay ningún sustento legal para tal maniobra. Rufián le ha recriminado que la realidad es que le ha preguntado sobre “si va a cesar al fiscal general del Estado”. “No hay ninguna ley que permita al Presidente del Gobierno cesar” al jefe del Ministerio Público. “Lo digo sobre todo porque quieres ser presidente”, exclama el portavoz del Grupo Republicano en el Congreso.

Pregunta no registrada

Una pregunta que no era la que estaba registrada. Sin embargo, Sánchez asume que el líder de la oposición se equivoca porque el Gobierno, entre la dicotomía “fiscales que persiguen a delincuentes o delincuentes”, siempre estará de parte de “los fiscales que persiguen a corruptos”. El presidente, replicando al interrogante que figuraba en el orden del día, sugiere que España necesita un Gobierno que se comporte como tal y no “una persona que se tire cuatro años enfurruñado” por no estar en la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo ha recurrido a lo que ya es un clásico de los cara a cara con el líder de la oposición: una retahíla de datos macroeconómicos para desconectar el altavoz del PP. De este modo, reivindica el incremento de afiliados a la Seguridad Social, las pensiones o la reducción del abandono escolar durante los “siete años de Gobierno progresista”. De este modo, Sánchez concluye que estos indicadores suponen el “mejor aval” para que la coalición agote la legislatura y gobierno “lo que quieran los españoles”.

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