Esta semana ha sido testigo de numerosas manifestaciones contra las negociaciones del PSOE con los partidos independentistas catalanes y de la ley de amnistía que se va a derivar de las mismas, con diferentes grados de afluencia y violencia en las calles de múltiples ciudades de España. Las más seguidas se han producido en Madrid, frente a la sede socialista en la calle Ferraz, con algunas de ellas dejando fuertes disturbios y con presencia de grupos radicales de extrema derecha. Justo lo contrario ha ocurrido en A Coruña, donde las redes se han hecho eco de una ridícula escena: tan solo una persona acudió a manifestarse frente a la sede del PSOE en dicha ciudad.

"¡Vaya por Dios! En A Coruña solo fue uno a manifestarse a la sede del PSOE, y encima hace un vídeo", comenta jocosamente la usuaria @Bolboretaroja a través de X, antes Twitter.

"Pues ocho menos cinco de la tarde y como veis, pues aquí no hay nadie. Pero como ya sabéis, estuve unos años de escolta en el País Vasco y allí, en las concentraciones contra ETA, ya me acostumbré a que fuéramos media docena. Estoy decepcionado, pero esto es lo que hay", comenta el único asistente a la convocatoria de Coruña. 

 

Escenas como esta se producen después de que organizaciones de extrema derecha y partidos políticos llamasen a la movilización en toda España, frente a todas las sedes socialistas del país. Sin embargo, como puede verse, el seguimiento no ha sido igual en todas partes, siendo ínfimo o inexistente en algunos lugares. 

Imagen similar en Don Benito

Otro lugar en el que se ha visto a un único manifestante ha sido en la localidad de Don Benito, en la provincia de Badajoz. Un único asistente, portando una bandera de España, fue el registro total de esa concentración.

 

"Cuatro personas más se han detenido un rato con él, pero han seguido su camino tras unos minutos. El furgón de policía nacional también ha abandonado las inmediaciones", contaba el periodista Javier Sánchez Luque. "Ya no hay nadie", añadía minutos después. 

 

Concentraciones violentas en Madrid

Lejos de estos municipios en los que los manifestantes se contaban en singularidad, Madrid dejó escenas de verdadero terror. Contenedores derribados y quemados, papeleras destrozadas, marquesinas dañadas, enfrentamientos de grupos radicales con la Policía arrojando latas y sillas de las terrazas...

"Cerramos por lo que pudiera pasar, aunque tampoco iba a entrar nadie", cuenta uno de los camareros de un comercio que se ubica próximo a Plaza de España en Ferraz. A escasos veinte metros del bar, una moto fue quemada por un grupo de exaltados que protestaban contra la amnistía y reventaron la concentración. "Ahí en mitad de la carretera quemaron de todo también", explicaba el trabajador, señalando a las obras en el entorno del Templo de Debod en el que incluso se usó uno de los contenedores de escombros que hay por la zona. Relataba, además, que la estampa estaba repleta de basura y papeleras tiradas por el suelo.

Avanzando por la calle Ferraz hacia la sede del PSOE la estampa era igual. Latas de cervezas por el suelo, algúna que otra piedra en la calzada y vecinos mirando y comentando lo sucedido. "Hay una mujer que no pudo ir a casa por la que estaba liada", comentaba una pareja de jubilados, que reconocían que estaban "asustados" por los grupos violentos que acuden a las manifestaciones. "Un chico joven puede correr, pero nosotros no", decían sobre si cualquier carga policial les pilla andando por su barrio haciendo cualquier actividad cotidiana. 

A su vez, huelga decir que también existieron peleas entre manifestantes, que fueron aplacadas tanto por los asistentes como por la Policía.