Twitter está atravesando los días más raros de su historia. Hace aproximadamente un mes, el multimillonario Elon Musk se convirtió en el CEO de la red social y, en una sucesión de preocupantes delirios, alteró por completo la política de la misma, despidió empleados en masa y vulneró sus condiciones laborales, estableció que se pudiese obtener la verificación pagada y eliminó factores clave en la seguridad de la aplicación, decisiones que llevaron a muchos otros trabajadores a presentar su dimisión.

Por estos motivos, el volumen de la plantilla de Twitter y la calidad de la aplicación han disminuido considerablemente, poniendo en jaque su futuro y haciendo que algunos usuarios abandonen la red social de manera preventiva o comiencen a buscar otras alternativas similares. Ante este particular contexto, el presidente y diputado de Más País en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ha compartido una reflexión sobre el estado de la red social y su futuro:

 

“Con todos sus defectos, Twitter es una herramienta esencial para la libre información y el debate democrático”, comenzaba. Twitter ha sido, desde hace muchos años, la herramienta predilecta por políticos, periodistas y medios de comunicación para hacerse eco y transmitir mensajes, debido a la sencillez de su utilización, la inmediatez por la que se caracteriza y el alcance que brindan 330 millones de usuarios activos, por lo que esta primera parte de la reflexión de Errejón le ha cuadrado a casi todo el mundo.

“Que esté en riesgo por los caprichos de un multimillonario solo demuestra que son necesarias infraestructuras digitales públicas al servicio del interés general”, ha continuado, haciendo referencia a las excentricidades de Musk que han puesto en peligro la integridad y la continuidad de la red social, al mismo tiempo que ha clamado por la necesidad de diseñar una suerte de infraestructura pública similar al propio Twitter, que no se vea afectada por problemas como este. Esta segunda parte del mensaje ha generado cierta división de opiniones, y los menos amigos de lo público se han echado encima del diputado.

Sin embargo, este alegato le ha servido a Errejón para cosechar, en el momento de la publicación de este artículo, más de 3.500 ‘me gusta’ y para hacerse relativamente viral.