Finalmente, Vox ha entrado en el gobierno extremeño después de que la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, acceda a pactar con el partido de extrema derecha a pesar de haber asegurado, hace tan solo unas semanas, que no pactaría con ellos por tener "ciertas líneas rojas que no se iban a cruzar", en referencia a la postura de los de Abascal sobre los derechos LGTBI y los inmigrantes. Un radical cambio de postura que deja en muy mal lugar a todos aquellos que elogiaron la "coherencia" y los "principios" de la política extremeña, como por ejemplo, el locutor de Onda Cero Carlos Alsina, al que las redes le han recordado lo que dijo en su monólogo. 

Alsina fue un firme defensor de Guardiola durante las pasadas semanas, alabando sus principios y valores y señalando que "a aquellos que defienden que es natural prometer una cosa en campaña y hacer luego la contraria, les parecerá inusual lo que ha hecho". Una semana después de este alegato, Guardiola ha hecho exactamente eso: prometió no pactar con Vox y no utilizar su tierra como moneda de cambio, y ahora, tras el acuerdo de Gobierno, Vox estará en las instituciones extremeñas.

"Apelar a la coherencia, los principios y la palabra dada en estos tiempos que corren convierte a quien lo hace en un ovni. Un objeto volador perfectamente identificado fue avistado ayer en Mérida, donde tiene su sede el Parlamento autonómico de Extremadura. No sólo fue avistado: emitió unas señales sonoras que han sorprendido por lo inusual de sus notas principales y han triturado los oídos, bastante elásticos, de quienes defienden que es natural prometer una cosa en campaña y hacer luego la contraria", firmaba Alsina el 21 de junio, hace tan solo una semana. Sin embargo, el drástico giro de Guardiola ha dejado estas palabras en completa agua de borrajas.

"La noche electoral proclamó María Guardiola, candidata debutante del PP extremeño que empató en escaños con el PSOE, que su único plan era gobernar en solitario. O sea, sin ofrecer consejerías a Vox. En los días siguientes lo repitió en varias entrevistas, por ejemplo, en este programa. No habría gobierno de coalición. Lo siguió diciendo cuando inició la negociación de su investidura con Vox. Y para sorpresa de casi todo el mundo, lo siguió manteniendo ayer, cuando ya había que empezar a votar para elegir la mesa del nuevo Parlamento. Insólito, inaudito, una candidata manteniendo su palabra a riesgo de perder el gobierno. España, perpleja", continuó. Pero esa palabra ha estado lejos de mantenerse, quién sabe si por un repentino cambio en los valores de la extremeña, por órdenes de la dirección nacional del partido, o por otros motivos desconocidos. 

"En rigor, han sido los tres partidos los que han mantenido su posición. El PP, negando la entrada en el gobierno a Vox. Vox, reclamando al PP que pague el precio de compartir el poder -moqueta, sillón- si quiere tener el poder. Y el PSOE, recordando que ganó las elecciones, aunque fuera por la mínima, y que el PP tiene en su mano ahora facilitar la investidura de Guillermo Fernández Vara -regresado del Anatómico Forense- para evitar que tengan que repetirse las elecciones", argumentaba Alsina.

"Opciones a la vista: que el PP deje gobernar a la lista más votada, como Feijóo se ha comprometido a hacer en el Congreso de los Diputados si él no gana; que Vox se la envaine; o que los extremeños voten de nuevo. La cuarta opción, que sería que Génova le aplicara un 155 a María Guardiola, a día de hoy no se contempla", firmó el locutor. Pero vaya que si se contempló. Se contempló y se hizo, y este viernes 30 de marzo, se suscribe el acuerdo de Gobierno que da acceso a la extrema derecha a las instituciones extremeñas.

Las redes no se han olvidado de este monólogo de Alsina, que no ha envejecido nada bien. Por ejemplo, el periodista de El País Idafe Martín se pregunta cómo "recogerá hilo" Alsina tras haber metido la pata confiando en una Guardiola que ha estado lejos de ser firme en la defensa de sus "valores":