El reciente anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de que los colegios de Infantil y Primaria impartirán también 1º y 2º de la ESO y que ningún centro podrá cambiar de jornada partida a jornada continua a partir del próximo curso, ha generado una ola de reacciones. Entre ellas, ha destacado la crítica de un profesor de Historia, que ha arremetido duramente contra las nuevas medidas en la red social X (anteriormente conocida como Twitter).
- ¿Que los padres no pueden conciliar?
— Víctor (@Vict0r__CCCP) September 13, 2024
- Tenemos la solución: tampoco podrán los docentes.
Así son los sociópatas que nos gobiernan y ese es el valor que dan a la educación, utilizando los centros de enseñanza como un aparca-niños.
El docente ha considerado la decisión de mantener la jornada partida un “atentado contra los docentes y cualquier planteamiento pedagógico” y ha acusado al Gobierno regional de anteponer los intereses empresariales a la calidad educativa. “La jornada partida es un atentado contra los docentes”, ha comenzado expresando en su crítica, añadiendo, a continuación, que esta organización horaria perjudica tanto al profesorado, como al alumnado.
Además, el profesor ha aprovechado para señalar la pasividad de los sindicatos educativos, que según su opinión, no están actuando con suficiente firmeza ante estas decisiones. En su mensaje ha cargado contra las estrategias sindicales: “Los sindicatos, a verlas venir, convocando manifestaciones en domingo, no vayan a molestar a la Consejería de Educación”. Con esta afirmación, ha expresado su descontento por lo que considera una respuesta insuficiente ante una medida que impactará directamente en la vida de docentes, estudiantes y familias.
Reacciones divididas
Las críticas del profesor han encontrado eco en muchos docentes y padres que también están preocupados por las implicaciones de estas nuevas normativas. La imposición de la jornada partida, que divide el horario escolar en una sesión de mañana y otra de tarde, ha sido vista por algunos sectores como una forma de conciliar mejor con los horarios laborales de las familias, mientras que otros la ven como una carga extra para el personal educativo y una estructura que puede afectar el rendimiento de los estudiantes.
Además, la inclusión de 1º y 2º de la ESO en los centros de Infantil y Primaria ha suscitado dudas sobre cómo se gestionarán los recursos y si los colegios están preparados para asumir la enseñanza de estudiantes en esa etapa educativa.