Reconstruir una vida deshecha no es fácil, pero tampoco imposible. De eso trata el último libro del actor, presentador y colaborador de televisión, Alonso Caparrós, que ha titulado Empieza de cero (editorial Planeta). A través de sus páginas, Caparrós nos introduce en su propio proceso de aprendizaje y crecimiento personal, como un viaje hacia la felicidad.

El presentador madrileño comenzó su carrera profesional muy joven, ya que con apenas 20 años, trabajó bajo la protección de María Teresa Campos, colaborando en el magacín Pasa la vida de TVE, desde 1991 hasta 1996. Gracias a la fama que consiguió durante el programa, un año después, en 1997, comienza a desarrollar su faceta como actor participando en varias películas y cortometrajes. 

El programa que le catapultó a la cima fue el concurso musical Furor, que se emitía en Antena 3 y que presentó Caparrós desde 1998 hasta 2001. Tras el éxito de Furor, empezó a participar en concursos y reality shows como La Granja y ¡Mira quién baila!. En 2017 fue uno de los participantes de Gran Hermano VIP, saliendo expulsado en la tercera semana. Desde su salida de Gran Hermano ha colaborado habitualmente en el programa estrella de Telecinco Sálvame, que desaparecerá de la pequeña pantalla el 23 de junio, tal y como ha decidido la nueva Mediaset.

En esta entrevista para ElPlural.com, Alonso Caparrós se abre en canal hablando sobre su trayectoria profesional, sobre su libro, el tercero que publica después de El arte del beso en 1999 y Un trozo de cielo azul en 2021, y sobre el polémico cierre de Sálvame, un programa que le ha visto crecer y mejorar como persona.

PREGUNTA (P):  Lo que te decía del libro. Me sorprende mucho porque al final es una manera de expresarte que es muy curativa. Siempre se recomienda escribir para sacar y al final en el libro es empezar de cero, se nota.

RESPUESTA (R). Claro, claro, claro. Lo que quería en este libro era echarle un cable, intentar tender una mano a cualquier persona que pueda estar en el momento en el que yo estaba, que es cuando empecé todo ese proceso. Y tampoco hace falta. Yo creo que son buenos consejos para cualquiera de nosotros. Es decir, irte un par de veces al año solo a un sitio al que tú elijas para hacer que se desvanezca todo ese ruido y encontrarte contigo mismo creo que es bueno.

Creo que sería muy bueno para todo el mundo hacerse un pequeño voluntariado. Meterlo en tu agenda una vez a la semana. Creo que es muy bueno leer. Creo que es muy bueno cuidar de los vínculos afectivos que tengas. Sea un amigo, sea tu familia… Entonces hay cosas que creo que nos unen a esta locura, que es una que a mí me parece bien. No me confundas con esta cosa de vivir aislado en la naturaleza. Yo creo que tiene que ser todo, pero hay que equilibrar. Pues esto es un poco la propuesta del libro.

P: Muchas veces se pierde la perspectiva porque hay tanto estímulo. Estamos constantemente corriendo, vamos a todo, no lo podemos abarcar todo.

R: ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas?

Entrevistador: Mirar el móvil

Entrevistado: Eso está mal porque automáticamente empieza a entrarte información, anuncios, distracciones, verdades, mentiras, música... Yo creo que lo primero que cualquier persona debería hacer cuando se levanta es tomarse un café. En mi caso, con un cigarro que me encanta, abrir la ventana y decir: hostia, qué maravilla. Sigo aquí, ¿sabes? Y luego creo que cualquier cosa ya la afrontas de otra manera. Yo creo que eso son cosas importantes.

P: Si al final en tu libro lo cuentas, que fue un momento en el que decidiste parar, conocerte a ti mismo, que no hubiera nada alrededor y poder conectar.

R. Claro, porque es que no podía aquí abajo. Por lo que te digo, era todo demasiado… y es flipante cuando te vas a un retiro. Hace poco estuve y me sigue pasando, a pesar de que me encanta hacerlo. Los tres primeros días se pasa mal porque dices ¿qué cojones hago aquí?

Tienes el mono de estar conectado, de la tecnología. Estás enganchado todavía a todo eso. Entonces, los tres primeros días son solo un drama, pero poco a poco eso empieza a diluirse, de repente empiezas a hablar contigo mismo y dices ostras, si hay algún tío inteligente dentro de mí. Hay un tío inteligente y hay un tío bueno, porque todos tenemos en el fondo un rollo bueno, ¿sabes?

Entrevistador: Yo soy de los que piensa que la gente es buena. Ya luego por devenir del destino pasa lo que pasa y hay gente que es como es. Yo creo que en el fondo todos tenemos algo bueno.

Entrevistado: Es más y te digo una cosa, yo creo que hay muy poca gente mala, lo que pasa es que al final es lo que tú dices, te vas metiendo en problemas, en situaciones y luego que queremos gente que dice yo, yo, yo, como mi compañera María Patiño, yo, yo, yo, y eso es un error, necesitamos a los demás y necesitamos el buen rollo. El buen rollo es fundamental.

P: También lo referías en el libro, el tema del ego.

R: Es que es peligroso, es muy peligroso. Y de eso me di cuenta haciendo los voluntariados porque me acuerdo en algún ejercicio, que lo cuento en el libro, cada vez que voy a uno de ellos, a medida que me acerco al ya sea al hospital o a la casa de la persona que voy a ver, hago el ejercicio de que cada paso me imagino que me voy haciendo más pequeño y al final te das cuenta que, cuando se trata de estar al lado de alguien no te hace falta ni una carrera, ni ningún máster, ni un coche en la puerta. Lo que te hace falta es tu humanidad, poder dar la mano y saber escuchar. Y entonces el ego al final es que nos perjudica mucho. Muchas veces te ofendes por cosas y es tu ego. Esto lo he aprendido mucho en 'Sálvame'.

P:  Es que 'Sálvame' da para aprender mucho.

R: Escuchar 'Sálvame' te curte para la vida, te lo digo en serio, te curte para la vida. Es una manera de decir ostras, qué más da lo que diga este y aquel. Y es un proceso, hay que pasarlo porque te enervan mucho. Era un reto mío.

P: Pero bueno, al final 'Sálvame' también llegó en un momento profesional muy importante para ti.

R: Para mí, la Fábrica de la Tele, Mediaset y el programa 'Sálvame'. Yo estoy muy agradecido. Mira, llevo 30 años en la televisión y en 'Sálvame' he seguido aprendiendo y he aprendido cosas nuevas y cada día aprendo igual que aprendo ahora de vosotros, de la juventud. A mí me encanta todo lo que estáis haciendo en YouTube, en Twitch. Vuestra imaginación, vuestra creatividad, vuestra frescura. Eso es impagable. Y eso antes en la tele no sucedía. Tú entrabas joven en la tele y lo normal era que te pasaras cinco, seis, diez años en redacción. Con lo cual, cuando aparecías delante de la cámara ya no estaba esa cosa. Es verdad que había presentadores jóvenes, pero ahora los jóvenes habéis asaltado los medios de comunicación y a mí me parece que es un regalo, es algo muy bueno y muy positivo.

P: Hay gente que piensa todo lo contrario. Hay gente a la que le ponen muchas zancadillas, te lo digo yo.

R: Pues a mí me parece muy mal. Igual que no estoy de acuerdo con eso que dicen ahora de la generación de cristal. Yo sí que creo que hay muchas cosas que probablemente podrían estar mejor, pero no pienso eso de la juventud, todo lo contrario, pienso que sois fuertes.

Creo que estáis llenos de sueños y creo que tenéis todo el derecho del mundo a estar frustrados, porque después de estar preparándoos, estudiando, queriendo cosas que salgáis a la vida y os encontréis con sueldos de 1.000 euros que no tenéis ni para pagar un alquiler es una situación con la que cualquiera se sentiría decepcionado y defraudado. No me creo eso que dicen de la juventud. Sois cojonudos.

P: Por la parte que me toca, gracias.

R: Es verdad, lo creo de verdad.

P: Hay un episodio que cuentas en el libro con tu perrita que yo cuando lo he leído de verdad que se me... ¿Sabes? Esto que te entra, que te entristece y creo que viene un poco de lo que hablábamos antes de perder esas referencias y no centrarnos en lo importante y que por cualquier cosa saltamos y luego ya es algo que se arrastra y que la culpa te come.

R: Sí, sí, sí. Y además es como bien dices, es que con el ruido, con el ego, ¿sabes que nos perdemos? Lo más importante de la vida, que son los pequeños detalles. Y a mí, mi perrita me había acompañado durante la época más difícil de mi vida y cada vez que yo llegaba a casa ya sabes cómo te recibe un perro. Y cada vez que estaba con mi bajón, ahí estaba mi perrita. Me acompañó siempre. En ese episodio cuento, que no lo quiero contar porque no quiero hacer spoiler, pero claro, luego me di cuenta cuando por fin murió mi perrilla en mis brazos de lo estúpido que había sido y en qué nos podemos convertir. En un momento dado podemos tratar mal a un animal que te lo da todo, entonces no nos saltemos las pequeñas cosas, los pequeños detalles.

P: Además, es que tú has tenido una vida profesional muy intensa. Has hecho programas como 'Furor', que fue un bombazo, lo veía muchísima gente.

R: Tengo que confesarte que he sido muy afortunado porque desde que entré en televisión con 24 años al año y medio María Teresa, y pobre María Teresa, desde aquí le mando el abrazo más grande del mundo, y desde el principio tuve la suerte de que se me daba bien y luego de hacer grandes programas porque no solamente fue 'Furor'. En mi carrera he hecho muchos programas y muy interesantes, todos han sido muy interesantes, incluido 'Sálvame'. Fui el primer presentador que hizo 'Supervivientes', que por aquel entonces se llamaba 'La Isla de los Famosos'.

En mi currículum hay grandes logros. Tampoco los tengo muy en cuenta. Me gusta mucho el presente. Y ahora, lo que te decía antes de la juventud, me toca aprender toda esa parte. Me cuesta más a mí que a ti hacer eso de ponerme delante en mi casa solo con un micrófono. Y hablar es más difícil de lo que parece. Y ese es ahora uno de mis empeños, porque quiero aprender a hacerlo, porque eso es la nueva televisión y los medios de comunicación. Y como profesional que soy, quiero aprender todo lo que está por venir.

P: Te honra mucho decir eso, porque siempre se quita mérito. Lo habitual de decir “lo habéis tenido todo mucho más fácil que nosotros. No tuvisteis que pasar hambre, habéis podido estudiar cuando nosotros no lo hemos podido hacer. Tampoco estáis tan mal”.

R: Yo creo que el mundo que tenéis por delante es muchísimo más complicado. Mira, si te comparo con la generación de mi padre, no sé que decirte, porque es cierto que vivir una posguerra, eso yo no lo he vivido, no me lo quiero ni imaginar. Pero vosotros tenéis un mundo delante muy complicado y mucho más difícil que el que teníamos nosotros. Por eso te digo que para mí tenéis mucho valor y que lo que debemos hacer, en vez de deciros sois de cristal, es deciros, venga adelante, que lo estáis haciendo muy bien.

P: En el libro también hablas de una persona que es Angélica, que consiguió enseñarte la luz cuando no la veías por ninguna parte.

R: Es que Angélica es una persona buena, hay mucha gente buena en el mundo, yo tuve la suerte encontrármela. La gran mayoría de la gente tratamos de ser buenos y aprender a ser buenos y hay gente que nace buena y mi mujer Angélica es una persona que nació buena y eso cambia mi vida. Por eso en el libro intento contarle a la gente que es bueno estar en calma, es bueno estar en paz para que no se nos escapen esas personas, para que cuando pasen por nuestro lado seamos capaces de reconocerlas y dejar que siembren en nosotros esa semilla y al revés, porque eso nosotros también lo podemos hacer.

Es muy distinto ir por la vida cabreado que ir con la sonrisa como tarjeta de visita. Y es muy distinto ser amable y tratar bien a los demás que ignorarlos o pasar de largo. No tiene nada que ver. Entonces con Angélica, lo que en el libro hago es abrirle la puerta a otras personas que han pasado por mi vida, que han sido muy buenas y que no me di cuenta. Un profesor, el portero que había en mi edificio cuando yo era pequeño y además eso normalmente no nos da tiempo a darnos las gracias porque tú eres un niño o porque vas muy rápido y luego pasa el tiempo y dices joder, lo que me hubiese gustado decirle a esa persona gracias y cuánto te quería.

P: Y entiendo también que no me lo explicas. Ese miedo a la muerte se disipó por completo.

R: Desde que era pequeño, cuando me hablaban de la muerte le tenía un pánico terrible. Y luego me he dado cuenta de que la gran mayoría de mis decisiones tenían que ver con ese miedo, ese pánico. Entonces en los voluntariados lo que haces al final cuando vas a una planta de oncología o cuando tratas con gente que se hacen tus amigos y se mueren por una enfermedad es enfrentarte a tu propia mortalidad. Entonces la muerte es muy importante, no porque haya que estar obsesionado con ella ni mucho menos, ni tenerla presente, pero es nuestro destino final, es lo que nos va a pasar y es lo que hace que nos volvamos locos, que tenemos un tiempo limitado y que no sabemos qué va a pasar.

Tratar con ella, intentar familiarizarte con algo que te va a pasar y que se va a encontrar, es muy importante. Y el otro día lo contaba en otra entrevista. Me encontré con un amigo que hacía tiempo que no veía y le dije, ¿Dónde te habías metido?, y me contó que se había pasado dos meses en coma. Inmediatamente yo, que me gusta tanto el tema, empecé a preguntarle. ¿Qué te pasó? Y lo que más me gustó de lo que me contó es que me dijo que estaba convencido que estuvo a punto de morir. Me dijo: “Alonso, da igual quién tengas al lado, que es muy importante tener al lado a quien te quiere, a tus seres queridos, pero el final es íntimo y personal, te mueres solo, ese paso al otro lado está solo”. Y eso me gustó mucho y es verdad. Por eso es muy importante tener la presencia, porque además te ayuda a vivir, saber que acabas te hace decir, hostia.

P: Es parte de la vida.

R: Mira, en el libro de Ana Obregón hay una parte muy bonita. Hay cosas que me gustan mucho, hay muchas cosas no me gustan nada. El libro tiene de todo. Tiene la parte de Ana con sus divagaciones, que esa a mí no me gusta, pero luego hay una parte real y en los escritos de Aless hay un último, cuando él ya sentía que iba a morir y decía el cielo es más azul y hacía como una descripción de las cosas, y eso es real y eso hay que tenerlo en cuenta. Todo adquiere otro sentido cuando te das cuenta de que se acaba esta cosa tan maravillosa.

P: Entramos hasta donde tú quieras, en esos momentos tan difíciles que tú has contado varias veces. ¿Hubo algún estímulo clave que tú recuerdes para decir esta etapa tiene que acabarse ya?

R: Bueno, lo primero es que lo siguiente era morir, pero yo ya estaba en un sitio en el que o me moría o empezaba a salir y estaba estancado y apareció Angélica. Cuando apareció Angélica tampoco fue un ya está, voy a cambiar. Fue un proceso lento y arduo. Este libro no ofrece varitas mágicas ni vende una felicidad fácil de conseguir. Porque es mentira todo esto que nos están contando ahora de cómo si ser feliz fuese una decisión. Si piensas de esta manera, si te dices a ti mismo puedo, venga, que la vida es genial puedo ser feliz. No. Todo cuesta mucho en la vida. También conseguir la paz, conseguir la armonía, conseguir la felicidad es un trabajo. Pero si somos capaces de tirarnos diez horas trabajando al día para conseguir no sé exactamente qué, deberíamos tener claro que el mismo esfuerzo requiere conseguir la paz y es mucho más gratificante.

P: Además recuerdo que siempre hay como una leyenda urbana respecto a cuando estabas en 'Furor', me llegaron a contar que tenían que atarte la pierna a la silla de ruedas.

R: Eso es verdad, es lo conté yo. Primero porque era muy joven y segundo porque estaba muy nervioso y tercero porque en ese momento de mi vida yo consumía drogas. Entonces yo recuerdo que mi primer 'Furor', no es que temblara porque tuviese tembleque, pero tu estado de nervios, tu sistema central nervioso no funciona de la misma manera.

Entonces mi director Fernando Navarrete, que era maravilloso, pues llegó un día que ya medio entre risas y medio entre tal, me dijo: “No te muevas más”. Y me ató las piernas a la silla. O sea no es que estuviese ahí atado siempre. Fue una anécdota curiosa.

P: Pero a ver, que estas situaciones le pasen a caras conocidas también ayuda a mucha gente y sobre todo cuando entraste en 'Gran Hermano VIP', ahí se pudo ver que hay salida y que en cierta parte te convertiste en un ejemplo para mucha gente.

R: A mí no me gusta considerarme un ejemplo para mucha gente. ¿Sabes por qué? Porque mi historia es la historia de muchísima gente, muchísimos chavales que siguen ahí expuestos y ahora es muchísimo más fácil conseguir drogas que antes. Entonces bien, yo soy una persona absolutamente normal que, a día de hoy, a pesar de toda la transformación interior y todo eso, yo sigo teniendo mis temores, mis cosas. Entonces yo soy un tipo normal que cuenta una historia. Si tú sales a la calle te darás cuenta de que hay tragedias por todas partes. Lo que cuento en el libro, mi amigo Esteban con una tetraplejia, gente que está con enfermedades terminales. Entonces yo no soy un ejemplo de nada, soy uno más que cuenta una historia y que espera que a alguien le pueda servir.

P: Claro. Pero bueno, es como ocurrió con Rocío Carrasco. Es una historia que vive muchísima gente, pero al final tenéis esa suerte, por decirlo de alguna manera, que podéis servir de altavoz.

R: Eso sí es cierto. Una cosa es ser un altavoz y otra cosa es ser un ejemplo. Hay mucha gente ahí afuera que son ejemplos muchísimo más grandes. O sea, la madre de mi amigo Esteban la tienes que conocer. Eso es una barbaridad. Igual que esa madre, miles de madres, miles de familias que están cuidando a un padre con Alzheimer, a un hermano que se ha quedado de un accidente con una discapacidad... Es decir, para nada soy un ejemplo ni quiero serlo. Lo de ser un altavoz te lo compro.

P: Me gusta el matiz, nos quedamos con altavoz entonces. Y respecto a tu trayectoria profesional, toca hablar de la cancelación de 'Sálvame'. ¿Cómo lo valoras?

R: Bueno, efectivamente, es una pena, pero yo estoy muy agradecido. Quiero decir, salvo por las formas que creo que se puede ser empresario, se puede ser político y se puede ser elegante, todo tiene su principio y todo tiene su final. Yo tengo fundamentalmente tres emociones. Una es agradecimiento a la Fábrica de la Tele, a Mediaset y al destino que me puso en ese programa. Me da mucha pena porque acaba una etapa maravillosa y es un programa fantástico. Me lo he pasado fenomenal. Yo disfrutaba mucho viendo hacer 'Sálvame' y luego tengo, a ver si me entiendes, de ver qué pasa.

Estoy feliz con ver qué pasa porque para mí no hay nada más bonito en la vida que un futuro diáfano, que no sabes, en el que puedes ser creativo. Entonces, ahora mismo, las estancias de mi vida profesional, mis estancias de dentro están abiertas, se abren puertas y ventanas y el a ver qué pasa a mí me gusta mucho, pero llevo mi duelo.

Estuve el otro día por primera vez con mis compañeros desde que nos anunciaron que se acababa porque no me había tocado ir y lo pasé muy mal y también estoy muy orgulloso. ¿Sabes por qué? Porque seguir trabajando, sabiendo que te han cortado el cuello y que te queda un mes es muy difícil. Es muy difícil echarle ilusión y toda la gente del equipo, de la Fábrica de la Tele y de 'Sálvame', desde el redactor más joven hasta el director, hasta los directivos, lo estamos dando todo. Procuramos ser lo más originales posible y queremos seguir haciendo nuestro trabajo hasta el final, con toda la ilusión, porque tenemos un público al que entretener y eso a mí me hace sentirme muy orgulloso y muy agradecido de formar parte de todo eso.

P: Es que está siendo maravilloso el inicio de estos últimos programas, está siendo alucinante.

R: Está siendo bestial, alucinante y de verdad es muy difícil porque estamos tristes y muchos preocupados. Joder, es lo que hablábamos antes. Hay muchos chavales que se van a quedar en la calle dentro de dos días. Que pasa en todas partes, pero eso no quita que tengamos que sacarlo adelante echándole imaginación hasta el final. Es para estar orgulloso.

P: No sabemos qué es lo que va a pasar a partir del día 23, que ya se ha confirmado que todo se acaba el día 23. De momento viene Sandra Barneda y entiendo que estarías dispuesto tanto con Cuarzo como con Unicorn una vez pase todo esto a formar parte de esos proyectos.

R: Por supuesto que yo soy un profesional de la televisión y de cualquier trabajo. Creo que es bueno. Y además, ahora que hablas de Sandra y de todos los que están por venir, les deseo la mejor de la suerte, porque Sandra es una maravillosa profesional y una maravillosa compañera y a los colaboradores de otras productoras les tengo respeto y les deseo lo mejor.

Y respecto a lo que está por venir, yo no diría que esto ha terminado porque yo no sé qué va a pasar, pero creo que 'Sálvame' es un producto que está claro que funciona, que la gente quiere y por ahí hay muchas plataformas, por ahí hay mucha gente. No todos son enemigos. Yo creo que esto no va a terminar. De momento voy a esperar, quiero ver qué pasa con la Fábrica de la Tele, quiero ver dónde aterriza y es mi primer destino. Si no puede ser ahí, por supuesto que a quien me llame yo estaré encantado.

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R: Y además las plataformas, tú lo sabes, que son el futuro de todo.

P: Antes de cerrar, si quieres cuéntame para dejarlo aquí con la entrevista, qué es el libro y qué va a sentir el lector cuando lo tenga en las manos.

R: El libro, como te he dicho, es una oferta de ayuda, es una sugerencia para tratar de ser, de sanear un poco, de ser mejores escrito desde toda la humildad. Con que haya solo una persona que diga hostia, pues mira, esto me ha sido útil en un momento duro yo ya habré cumplido con lo que quería. Me siento muy afortunado de haber escrito, de tenerlo y de que me esté entrevistando gente como tú.