En la era digital en la que vivimos, es esencial estar alerta y precavidos ante las amenazas cibernéticas que acechan a diario. Una de las más recientes y peligrosas, conocida como la estafa del "hijo en apuros", ha estado afectando a un creciente número de personas en España. Esta astuta artimaña lleva a cabo un engaño que apela directamente a las emociones de los padres, aprovechando la buena voluntad de las personas en momentos de angustia. Es fundamental destacar la importancia de la precaución y el cuidado en nuestras interacciones en línea, ya que estas situaciones pueden afectar gravemente a las personas, tanto emocional como financieramente.

La estafa del "hijo en apuros" se inicia con un sencillo mensaje de WhatsApp en el teléfono de la víctima, diseñado para engañar y provocar una respuesta inmediata. En este mensaje, un desconocido se hace pasar por el hijo de la víctima, aprovechando la falta de familiaridad con el número. El mensaje suele contener frases como: "Hola mamá. Mi otro teléfono está roto. Este es mi nuevo número que puedes guardar. ¿Estás en casa?".

A medida que avanza la conversación, el estafador continúa el engaño afirmando que está teniendo problemas con su teléfono y que está usando un dispositivo prestado por un amigo. Para evitar llamar por teléfono o enviar mensajes de voz que puedan delatar su identidad, insiste en comunicarse a través de ese número temporal, alegando que espera que le reparen su propio teléfono en unos días. Esta artimaña está diseñada para parecer convincente y no levantar sospechas en la mente de la víctima.

Una vez que la víctima ha sido envuelta en la trama, el impostor comienza a solicitar favores cada vez más grandes. En el caso de la vecina de Málaga, esta cayó presa de esta estafa por la distancia que la separaba de sus hijas, una viviendo en Estados Unidos y la otra en Sevilla. Los estafadores le hicieron creer que su hija había sufrido un robo y que le habían arrebatado su bolso con 700 euros. Además, le hicieron creer que su hija acababa de salir de la comisaría, lo que aumentó su angustia y preocupación.

Conmovida por la situación aparente de su hija, la mujer se dispuso a ayudarla de inmediato. Los estafadores la persuadieron para que enviara un pago de 500 euros a través de Bizum, justificándolo como un medio para comprar un nuevo teléfono. Prometieron devolverle el dinero el próximo lunes, añadiendo una capa de credibilidad a la estafa. Fue solo cuando la verdadera hija de la mujer le envió un mensaje de WhatsApp preguntándole cómo estaba cuando la estafa quedó al descubierto. La madre, sorprendida, le preguntó si ya tenía un nuevo teléfono, a lo que su hija respondió: "¿Qué móvil? Si yo estoy trabajando...".

Máxima alerta con este tipo de timos

Este caso ilustra la naturaleza insidiosa de la estafa del "hijo en apuros" y cómo los estafadores explotan la preocupación y el amor de los padres por sus vástagos. A menudo, los estafadores eligen cuidadosamente a sus víctimas, aprovechando la distancia geográfica y la falta de contacto regular para aumentar la efectividad de su engaño.

Para evitar convertirse en víctimas de este tipo de estafas, es fundamental tener mucho cuidado con las interacciones en línea, especialmente con personas desconocidas o que no han sido verificadas adecuadamente. Cuando se recibe un mensaje inesperado de un ser querido que solicita ayuda financiera, es esencial tomar de medidas de verificación antes de actuar. En lugar de responder de inmediato, es prudente comunicarse de manera independiente con la persona en cuestión a través de canales de comunicación conocidos, como llamar al número de teléfono habitual o enviar un mensaje de texto a través de un número que ya ha sido utilizado anteriormente.

Además, es importante prestar atención a las señales de alerta, como inconsistencias en la historia o solicitudes de dinero inusuales. En caso de duda, es aconsejable consultar a otros miembros de la familia o amigos para confirmar la autenticidad de la solicitud de ayuda. El tiempo que se invierte en la verificación es pequeño en comparación con las potenciales consecuencias devastadoras de caer en una estafa.

La educación y la conciencia son las mejores defensas contra las estafas cibernéticas. La propagación de información sobre estas estafas, como la del "hijo en apuros", es esencial para ayudar a las personas a reconocer y evitar situaciones de riesgo. Las autoridades y organizaciones de seguridad cibernética también desempeñan un papel crucial en la identificación y persecución de los delincuentes detrás de estos engaños.