Con un juego de doble sentido, Anabel Alonso ha triunfado en redes para hablar sobre el panorama político y meteorológico actual. La actriz ha reaccionado en clave al cara a cara que protagonizaron ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el pleno del Senado.

Teniendo en cuenta el intercambio de reproches entre ambos dirigentes en materia económica y energética -la principal cuestión por la que se celebró el pleno- y los datos que sacó a cuenta Sánchez sobre la época de Feijóo como presidente autonómico, la humorista aprovechó para dejar un mensaje que no ha pasado desapercibido en Twitter: “Las borrascas entran por Galicia. Buenos días”, ha sentenciado.

 

Quien no haya captado al vuelo el significado político, el mensaje de Alonso también se puede derivar a la cuestión meteorológica, ya que los expertos llevan días alertando del huracán Danielle, una tormenta tropical generada en medio del océano Atlántico que próximamente podría acercarse a las costas de Galicia, aunque su rumbo parece dirigirse más hacia Irlanda y Reino Unido.

Propuestas energéticas y “descalificaciones” en el Senado

Entre reproches continuos y medidas para frenar la subida de los precios y fomentar el ahorro energético, el jefe del Ejecutivo central y el líder de la oposición sembraron la máxima expectación con el encuentro en la Cámara Alta. Por un lado, Sánchez prometió al comienzo de su intervención que dichas normas no serán “dramáticas”, por lo que llamó a la derecha a no sembrar “el miedo y la incertidumbre” entre la población.

Por el otro lado, Feijóo hizo gala de las propuestas que su partido llevaba poniendo sobre la mesa desde hace semanas para hacer frente a la crisis, unas medidas que ha vuelto a matizar este miércoles: descuentos en la factura energética de entre el 7 y el 40% a quienes ahorren entre el 5 y 20%, así como estar a favor de subir las pensiones, pero en contra de topar los precios de los alimentos.

Desde la otra cara de la moneda, el Pleno también estuvo marcado por el intercambio de reproches entre ambos dirigentes se acusaron mutuamente de insultarse: “¿Es insolvencia o mala fe?", repitió en varias ocasiones Sánchez.