La actriz Ana Milán ha sido tendencia este viernes en las redes sociales por la dura crítica que ha hecho sobre la sociedad en la que vivimos después de una mala experiencia en un viaje en AVE. En concreto, según la intérprete, se ha perdido el respeto y la buena educación.

“AVE, asiento individual frente a otro con mesa en medio. Se sienta un señor que se ha subido en Zaragoza. No ha dicho ‘hola’. No ha dicho ‘buenos días’ nada”, ha señalado Milán en su cuenta oficial de Twitter. “¿En qué momento dejamos de ser educados? No hablo de simpatía, solo de educación. De hacer la vida diaria algo más bonita”, ha añadido la actriz.

Un mensaje de Milán que, como se señalaba en las líneas anteriores, no ha tardado en viralizarse, con miles de usuarios compartiendo las críticas de la actriz. En este sentido, uno de los comentarios más destacados ha sido el del pianista James Rhodes -muy activo en Twitter-, que ha tirado de su clásico sentido del humor.

“Sin duda está asombrado por tu belleza y demasiado nervioso para hablar contigo”, ha replicado Rhodes. “Ah y como preguntaste antes, mañana a eso de las 16.00 horas estoy tocando mi nuevo programa en casa para cuatro o cinco amigos. Estás más que invitado si estás en Madrid… habrá merienda”, ha añadido en un segundo mensaje.

Renfe cambia su política de abonos gratuitos de Media Distancia

Por su parte, Renfe se ha visto obligada a modificar su política de reservas debido a que viajeros que no utilizan el servicio bloquean decenas de asientos, haciendo que los trenes viajen a veces medio vacíos.

En los trayectos de Media Distancia, a diferencia de lo que sucede con los trenes de Cercanías, se permite reservar asiento, aquí es donde interviene la famosa picaresca española. Los viajeros copaban las plazas con varias reservas en horarios distintos a lo largo del mismo día o durante toda la semana, y evidentemente no se presentaban al viaje. La consecuencia es que los trenes figuraban como completos incluso 10 días antes de su salida, quedando sin plaza viajeros que realmente si necesitan el servicio.

El resquicio por el que se justifica esta práctica es que estas “reservas fantasma” no conllevan ningún tipo de penalización. Esta laguna normativa ha permitido a los tramposos viajeros el bloquear asientos en varios horarios para coger luego el tren que más les convenía o incluso sin presentarse. La práctica se ha ido generalizando hasta provocar serios problemas en trayectos regionales como Galicia o Castilla-La Mancha, como se hizo patente por las quejas en las redes sociales.