En abril, el Gobierno socialista del Concello de Lugo presentaba la nueva ordenanza de convivencia ciudadana que incluía, entre otros puntos, multas por practicar sexo dentro de los coches y hasta 3.000 euros para los clientes de la prostitución en las calles.
Ahora, son muchos los que han usado el símil de aplicar la marcha atrás, pues la alcaldesa ha decidido retirar las penalizaciones por tener relaciones sexuales en vehículos.
Se olvidan de la norma que se ganó el nombre de Ordenanza Mordaza en honor a la polémica y restrictiva ley del PP, Ley Mordaza. Incluso se llegó a crear una plataforma que organizó pegadas de carteles, manifestaciones y otros actos reivindicativos para conseguir que la norma no se aplicara.
En realidad, la normativa tenía que ser debatida y eso nunca llegó a ocurrir. De haberse materializado, los ciudadanos podrían haber sido multados con cuantías de mínimo de 751 euros.
Además, preveía multas de hasta 3.000 euros para los clientes de la prostitución callejera, prohibía ofrecer servicios sexuales en la calle y también su demanda y negociación.
