El párroco de la basílica de la Purísima del municipio murciano de Yecla, José Antonio Abellán, ha expresado durante la misa del pasado domingo unos argumentos que no han quedado exentos de polémica en relación a la nueva ley educativa aprobada en el Congreso de los Diputados, la conocida como Ley Celaá. En dicha ley se pretende fomentar la inclusión de los niños con necesidades especiales en los colegios ordinarios, pero sectores de la derecha han fomentado la creación de bulos asegurando que lo que se pretende es cerrar los colegios de educación especial.

En este contexto ha expresado su homilía el párroco murciano: “Ahora mismo, tristemente, aparece ese nuevo proyecto de ley que dice que hay que quitar los colegios de educación especial: ¿sabéis lo que significa? Que para quien hace esas leyes esas personas no valen nada”. “No es para que todos estén al mismo nivel; no pueden, más quisiéramos, pero no pueden. Hay que atenderlos de una manera especial. Vamos a sacarlos fuera para que incomoden”, siguió explicando.

“Cualquier criatura que venga con un defecto psíquico o físico hay que matarla porque estorba en la sociedad. Y nosotros los cristianos decimos no: cualquier persona en cualquier circunstancia tiene un alma y su alma es perfecta porque ha sido creada por Dios”, añadió el cura ante sus feligreses.

Pero este discurso no está lejos del panorama político, ya que Iván Espinosa de los Monteros ya expresó algo similar en relación a la Ley Celaá. El portavoz de Vox aseguró que estas personas que requieren una atención especial no pueden ser integradas en colegios de educación integral, ya que “no hablamos de ligeros retrasos, sino de necesidades verdaderamente especiales porque tienen retrasos con respecto a otros niños de su misma generación verdaderamente inabarcables”.

Aunque fue más allá, hasta el punto de asegurar que lo que se pretendía era que estos niños no naciesen: “No hablamos de discapacidades físicas (…) esas discapacidades sí son integrables, pero hay otras que no. No se nos oculta que lo que se trata de lograr con estos objetivos es que no haya incentivos para que estos niños puedan nacer”. Y sentenció que “si no hay escuelas de educación especial se le hace más difícil a una madre con un niño con síndrome de down seguir adelante con su embarazo”.