El recién estrenado presidente de los popularesAlberto Núñez Feijóo, se ha topado en Twitter con la mala fortuna de no poder elegir el nombre de usuario que deseaba. Anteriormente, el utilizado por el político era @FeijooGalicia, y tras su entrada a la presidencia popular, lo ha cambiado por @NunezFeijoo. Sin embargo, no era esta la primera opción que el presidente del PP tenía entre manos, más sencilla y breve: @Feijoo.

Entonces, ¿por qué Feijóo eligió este nuevo nombre y no su primera opción? Por un motivo muy simple: el nombre ya se había utilizado. Esto es algo que puede suceder sin mayor misterio y que a todo el mundo le ha ocurrido alguna vez. Sin embargo, lo más peculiar es averiguar quién ostenta el codiciado nombre: un monasterio de Lugo con menos de 40 seguidores, cuya cuenta no ha publicado más de diez tuits desde su creación y que está dedicada al padre Benito Jerónimo Feijóo.

El religioso fue una de las primeras figuras de la Ilustración española en el siglo XVIII, además de ensayista y polígrafo. De su trayectoria literaria se pueden destacar obras como Teatro crítico universal, Cartas eruditas y curiosas o, dentro de la primera obra mencionada, Defensa de las mujeres, considerado uno de los textos pioneros del feminismo en España. “En grave empeño me pongo. No es ya sólo un vulgo ignorante con quien entro en la contienda: Defender a todas las mujeres, viene a ser lo mismo que ofender a todos los hombres: pues raro hay que no se interese en la precedencia de su sexo con desestimación del otro. A tanto se ha extendido la opinión común en vilipendio de las mujeres que apenas admiten en ellas cosa buena. En lo moral las llena de defectos, y en lo físico de imperfecciones. Pero, donde más fuerza hace es en la limitación de los entendimientos. Por esta razón, después de defenderlas con alguna brevedad sobre estos capítulos discurriré más largamente sobre su aptitud para todo género de Ciencias y conocimientos sublimes”, reza el comienzo del escrito.

En cualquier caso, ni el monasterio de Lugo ni evidentemente el religioso, casi 300 años después de su muerte, podrían imaginar que surgiría esta peculiar historia y que por ellos, el cambio de usuario de Twitter de Feijóo se vería boicoteado.