La brusca caída de Pablo Casado, tras denunciar públicamente un caso de corrupción que afecta a la Presidenta de la CM Isabel Díaz Ayuso, ha supuesto, entre otras cosas, su rápida amortización y sustitución por el eterno sucesor designado Alberto Núñez Feijóo.
Los clanes genoveses, en una operación de acoso y derribo sin precedentes, se han conjurado en un Congreso Extraordinario celebrado a la búlgara para que fuera elegido por un grupo de compromisarios amigos y un ridículo número de votantes en urna quien hasta su dimisión el pasado 29 de abril había sido durante 13 años Presidente de la Xunta de Galicia.
En este apremiante marco, con Vox pisándoles los talones y gobernando en coalición con ellos en la Junta de Castilla y León, la rutina judicial por los casos de corrupción que desde hace años protagoniza el Partido Popular continúa con un ritmo sostenido e imparable con más de una treintena de sentencias pendientes que se irán conociendo según se vayan celebrando en la Audiencia Nacional los 25 que están previstos de aquí al año 2025.
El nuevo casero jefe de Génova 13 sabe bien, pero que muy bien, que el es un veterano superviviente de la corrupción. Por ejemplo, en su tierra natal, vivió en primera línea como el Caso Gürtel campaba por Pontevedra como Pablo Crespo por su casa o como, años después, le sigue la sombra de un narcotraficante amigo con el que compartió secretos y vacaciones. En consecuencia, es consciente que su mandato como Presidente Nacional estará marcado tanto por los clásicos casos de corrupción en curso (Gürtel, Púnica, Lezo, Erial, Taula, etc.) como los nuevos que se van incorporando a los tribunales a un ritmo frenético como los de las mascarillas en la Comunidad de Madrid, Andalucía o Ayuntamiento de Madrid.
De hecho, su estreno en la sede reformada con dinero negro ha coincidido con la sentencia del Caso Boadilla que por tercera vez confirma la existencia de una Caja B en el PP y además le condena nuevamente por haberse lucrado con dinero procedente de la trama Gürtel.
Y por si hubiera alguna duda sobre su actitud frente a la corrupción solo hay que darse una vuelta por su Comité Ejecutivo Nacional y repasar la trayectoria de algunos de sus componentes. Véase el caso de José Antonio Monago, ex Presidente de la Junta de Extremadura y nuevo responsable del Comité de Derechos y Garantías. Para los más despistados recordar que Alfredo Prada Presa, elegido por Pablo Casado para ser el máximo responsable de la denominada Oficina del Cargo Popular está procesado por el Caso Ciudad de la Justicia.
Los clásicos siguen ahí
Con estos mimbres y si todo va como está previsto, Feijóo conocerá de primera mano las 3 sentencias aún pendientes del Caso Gürtel que saldrán de los juicios de la PS Arganda del Rey, PS Blanqueo y la PS de contratos de la Generalitad valenciana a Orange Market. Además, tendrá que restar más de 200 mil € de la Caja A para pagar la deuda contraída con la justicia por haberse lucrado en la PS Boadilla.
La misma lógica le acompañará cuando su “simpática y dicharachera” Secretaria General le vaya dando el parte del Caso Púnica o Lezo y de los juicios que la Audiencia Nacional irá tramitando en los próximos tres años. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que, vistas las instrucciones, serán cientos los condenados, muchos de ellos ex cargos públicos y orgánicos del PP. Sin ánimo exhaustivo, en el listado aparecerán antiguos Presidentes de CCAA, Consejeros, Alcaldes, diputados, senadores, etc.
Durante su mandato tendrá también ocasión de familiarizarse del Caso Erial con un Eduardo Zaplana en capilla o con el Caso Taula donde el PP de la Comunidad Valenciana volverá a ser protagonista indiscutible y absoluto en las noticias sobre corrupción.
Los nuevos piden la vez
Y por si estos 25 juicios fueran poco tendrá que lidiar con los nuevos casos que están llamando a su puerta y que prometen emociones fuertes y duraderas. Por poner solo dos ejemplos vamos a referirnos al de las mascarillas de los hermanos Díaz Ayuso y el que lideran los primos Martínez Almeida, uno llamado José Luis, alcalde de Madrid y otro Carlos, abogado e intermediario voluntario de comisionistas de alto standing.
El primero continúa siendo investigado simultáneamente y en paralelo por la Fiscalía Anticorrupción y por la Fiscalía Europea, previo conflicto de competencias mal resuelto. Sobre el Jefe de la Fiscalía española muy pronto estará a disposición del navegante su biografía no oficial. Mientras tanto sugerimos se den una vuelta por este enlace donde el lector podrá documentarse hasta la saciedad de este caso de nepotismo y probablemente de un presunto trafico de influencias. No falta de nada. De su importancia dan fe Casado & Egea ya que a ambos les costó el puesto. Lo que nadie discute, ni siquiera los fratelli, es que algo huele a podrido. Por mucho menos, en Inglaterra, Francia o Alemania, la Díaz Ayuso de turno habría dimitido, aunque solo fuera por vergüenza propia y ajena.
El segundo caso está siendo instruido en un juzgado cuyo titular es Adolfo Carretero, viejo conocido de algunas periodistas de la SER. La trama tampoco es que sea muy sofisticada. Dos comisionistas sin escrúpulos se han forrado a costa del contribuyente y del COVID. Lo que falta por acreditar es el papel que juegan determinados responsables del Ayuntamiento de Madrid y su familiares y amigotes.
En este enlace también se puede encontrar abundante información sobre lo que hasta el momento se va sabiendo que no es nada con lo que en su día se acabará juzgando.
Y por último, a modo de avance, os informamos que estamos siguiendo de cerca la trayectoria del propio Feijóo y famiglia, para ser exactos a su hermana Micaela y a su prima Eloína de la que daremos cumplida cuenta llegado el momento oportuno.
PD. Sobre todo lo que acabamos de contaros y mucho más podéis descargaros en pdf este completo documento sobre El PP de Feijóo en el banquillo, actualizado a 1 de mayo del año en curso.
