El pasado jueves, la cantante y presentadora María del Monte anunció, en el pregón del Orgullo LGTBI de Sevilla, su homosexualidad. Con 60 años, del Monte declaró abiertamente su orientación sexual delante de miles de personas y expresó: ¿Qué pensáis, que soy un robot y no he formado mi familia? Claro que la tengo, desde hace 23 años. Pero simple y llanamente es mía, y hoy reivindico una vez más el derecho a que siga siendo mía”. “Quiero que sepáis, antes de bajarme de aquí, que soy una persona más de todos los que estamos aquí y de todos los que forman parte del mundo. Por supuesto, mi pareja esta tarde está aquí. Os empecé hablando de libertad y yo voy a respetar la suya. Sé que está aquí y si quiere subir, que suba. Si no, no. La voy a seguir queriendo lo mismo”, declaraciones que le valieron para recibir el aplauso y el apoyo de todos los presentes.

Durante El Programa de Ana Rosa, se reprodujo el vídeo del anuncio de la cantante, y al acabar de verlo, Joaquín Prat, uno de los presentadores del programa, sostenía: “Como ella nunca ha hablado públicamente sobre sus relaciones, ahora lo ha contado y es noticia. Me parece muy bien. Ha encontrado el momento propicio para decirlo”, manteniendo la línea de apoyo a la artista. El mismo guión siguió el resto de colaboradores, salvo una: la periodista Cristina Tárrega, quien ha sido crítica con el momento en el que la artista ha anunciado su homosexualidad.

“Quiero mucho a María del Monte y me parece muy bien que lo haya hecho, pero hace 30 años era muy necesario”, le espetaba la colaboradora, en lo que parecía un reproche por haber tardado tantos años en hacerlo público. Rápidamente, Miguel Ángel Nicolás, también colaborador en el programa, cortaba a su compañera para intentar explicarle por qué la confesión ha llegado ahora y no antes: “Yo creo que ha encontrado su momento con todo el tema de su familia. Todo eso le ha puesto en un lugar para liberarse ahora”, expresaba el colaborador, entendiendo a María del Monte y brindándole su apoyo, independientemente de la tardanza de sus palabras.