Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, aterrizaron durante la madrugada (horario español) en Buenos Aires. No sin incidentes. Según publica la prensa del país, la Corona tuvo que esperar casi una hora en el avión.

¿El motivo? Que la escalera que debía encastrar en el Airbus y que les permitiría bajar del avión no estaba preparada.

Según publicó el diario Clarín, la escalera estaba guardada en un hangar al que tan solo se puede acceder mediante huella digital. Y el responsable que podía abrir las compuertas con su pulgar no estaba en el lugar. Estos hechos han sido confirmados por la propia embajada a El Mundo.

"Todo bien, pero con 50 minutos de retraso. Se utilizó la escalera presidencial, según nos dijeron, que está toda protegida con cristales y encajaba perfectamente con la altura del avión", dijo una portavoz de la embajada al citado diario.

Por su parte, en declaraciones a Clarín, el Gobierno de Argentina se ha desentendido y ha culpado a Intercargo, la compañía logística que opera en Aeroparque, lugar donde aterrizaron Felipe y Letizia: "El avión del Rey contrató a Intercargo, Intercargo falló y le erró al tamaño de la escalera. Y tuvieron que buscar de urgencia la escalera del Tango 04 (uno de los aviones de la flota presidencial argentina). No tiene que ver con nosotros cómo baja el Rey de España, sino que es responsabilidad de Intercargo".

Los reyes fueron recibidos por el canciller argentino, Jorge Faurie, el embajador español en Argentina, Javier Sandomingo, y el representante argentino en España, Ramón Puerta.

Pero no es la primera vez que el Gobierno de Mauricio Macri la pifia con recepciones oficiales. Ya ocurrió durante el pasado mes de noviembre, con motivo de la cumbre del G-20 en Buenos Aires. Emmanuel Macron, presidente de Francia, se encontró con que nadie estaba recibiéndole ni a él ni a su esposa en el aeropuerto.

Tiempo después, llegó la vicepresidenta Gabriela Michetti pidiendo disculpas y atribuyendo el error al operativo de seguridad.