El exitoso humorista Andreu Buenafuente ha querido opinar también sobre los resultados de las elecciones generales de este domingo 10 de noviembre. Pero lo ha hecho tirando de humor, en uno de sus monólogos habituales antes de empezar Late Motiv. Un sketch que comenzaba emulando a Charles Chaplin, y lo ha terminado haciendo referencia al Joker, la película del momento. Entre medias, apenas ocho minutos de reflexión con la risa como principal arma. 

"Parecía que iban a ganar y perdieron. Bueno, como todos los españoles. Cuando todos dicen que han ganado, perdemos nosotros", señalaba sobre la victoria amarga de Pedro Sánchez, y el ascenso de la extrema derecha. Asimismo, sobre la asiduidad con la que hemos ido a votar últimamente, y la incapacidad de los políticos de desbloquear la actual situación, afirmaba que "el día del señor va a terminar siendo el día de ir a votar". "En los dos sitios te dan una hostia y en los dos sitios hay mucha fe", añadía. 

"Lo más relevante es que la ultraderecha se sitúa como tercera fuerza política. En España no solo se repiten elecciones, parece que la historia también se repite", reflexionaba sobre los 52 escaños cosechados por Vox. En cuanto a los 88 diputados de Pablo Casado, ha indicado que ha copiado el modelo de Mariano Rajoy, de hablar solamente lo imprescindible: "Me gusta cuando callas, porque ganas escaños". 

Por otra parte, sobre la posibilidad de que PSOE y Unidas Podemos (juntos suman 155 diputados) necesiten la ayuda de los nacionalistas vascos y catalanes, ha tirado de ironía: "Catalanes y 155... ¿qué puede salir mal?". Y en cuanto al hundimiento de Ciudadanos, que ha pasado en seis meses de 57 escaños a 10, ha tirado nuevamente de humor: "¿Sabéis lo de Teruel Existe? Pues Ciudadanos ya no puede decir lo mismo"

Sin embargo, pese a este cambio de escenario respecto a los resultados de abril, según Buenafuente "nos ha quedado la misma España, pero con un poquito más de miedo". "Nos ha quedado una España dividida entre el 'a por ellos' y los que nos creemos que somos ellos. Una España, que se mira con desconfianza y que se echa la culpa, que prefiere que la gobiernen a que la traten bien", sentenciaba el humorista entre medias de un tronador aplauso.