El diputado en el Congreso por el PSC José Zaragoza ha compartido una de sus ya acostumbrados alegatos en redes sociales. En esta ocasión, ha cargado contra el partido de extrema derecha Vox y ha invitado a la reflexión sobre una de las premisas que la formación de Abascal siempre trae erróneamente a la mesa, que “el Gobierno de Sánchez es una dictadura”.

“Los diputados de VOX acusan al Gobierno democrático de ser una dictadura”, ha arrancado el diputado catalán. En numerosas ocasiones, hemos visto a diferentes dirigentes de la formación ultra pronunciar de manera textual estas palabras o dejarlas caer de manera indirecta.

“Pero si esto fuera una dictadura, ellos serían los primeros que apoyarían al dictador como hicieron con el asesino Franco”, ha continuado Zaragoza. “Y yo estaría en la cárcel, como mis abuelos, por defender la legalidad democrática”, ha concluido su alegato el político, en referencia a los miles de personas que fueron encarceladas o asesinadas por no comulgar con la dictadura franquista, entre los que se encuentran, tal y como expresa, sus propios abuelos.


De especial relevancia a lo que plantea Zaragoza son dos cuestiones. En primer lugar, la definición de la palabra ‘dictadura’ por la Real Academia Española: “Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”. Leída esta acepción, puede comprenderse que el objetivo de Vox al pronunciar dicha palabra no es otro que el de generar agitación, discordia y enrarecer el debate democrático, a sabiendas de que el tono del lenguaje político que están utilizando es soberanamente exagerado.

Y en segundo lugar, la Ley de Memoria Democrática, recientemente aprobada y que ya está comenzando a ofrecer reparación a las víctimas de un periodo que sí fue dictatorial, tal y como hace referencia el propio Zaragoza en su tuit. Gracias a esta nueva legislación, la exaltación o exhibición de símbolos franquistas queda prohibida, y algunas de las figuras más macabras de la dictadura están comenzando a perder sus honores y a ser exhumadas.