Tras la polémica desatada en Sevilla por el cartel que se ha presentado para la Semana Santa de 2024, el cantante José Manuel Soto se ha pronunciado, descolocando a algunos de sus seguidores en redes sociales por sus palabras al respecto.

Jesucristo no gustaba a todo el mundo, despertaba pasiones a favor y en contra. Gustaba a la gente humilde y molestaba a los poderosos, a los que se creían guardianes de la Fe”, ha comenzado escribiendo Soto. “No conozco al autor de este cartel ni soy entendido en arte, pero el artista no trabaja para gustar a todos…”, ha añadido.

Así, José Manuel, ha querido destacar también que el problema no es la desnudez, “sino más bien la idea de que hay un canon estético intocable en lo que se refiere a la Semana Santa”. “El creador siempre asume riesgos y no debe esperar gustarle a todo el mundo”, ha insistido.

La explicación del autor

Salustiano García, autor de la obra, reaccionaba horas después a las críticas que ha generado su cartel en sectores de las derechas, y lo hacía asegurando que no es ni más ni menos que la de un Cristo “joven” y “bello”. En varias entrevistas concedidas a medios de comunicación, García respondía de forma contundente a los críticos.

Así, el artista subrayaba que el problema lo tienen aquellas personas que ven algo más en la instantánea, ya que es la “propia suciedad interna” la que estas personas “están proyectando”. De igual forma, respaldaba que su única intención no era otra que la de anunciar un evento, siguiendo con ello la estela de “cualquier cartel”.

En su caso quiso centrarse en la parte “más luminosa” de la Semana Santa, es decir, la Resurrección. “Y luego ser fiel a mi estilo, que es trabajar con personas, con seres vivos y no copiar imágenes”.

Pero, por encima de cualquier cosa, acentúa que se trata de un cuadro “amable”, para nada “revolucionario”, como lo han pintado también algunos medios de comunicación. “No es tal porque yo no quería hacerlo, quería hacer un cuadro amable y respetuoso con la entidad que me lo ha encargado”, señalaba refiriéndose al Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

“Quería hacer un cartel respetuoso para las instituciones y todos los cristianos. En ningún momento he pretendido molestar a nadie. De hecho, los referentes que hay en el cuadro los tengo en mi familia, está basado en mi hermano mayor que murió joven y mi hijo, que es el modelo”, añadía.

A partir de ahí, explicaba que estuvo buscando un modelo que le ayudase a exponer “toda la bondad, la majestad y la paz que hay después de la muerte” y moldeó esa idea a través de las postura y otros elementos que iba a incorporar como las potencias del Cristo del Amor o el paño de pureza de El Cachorro.

El objetivo de representar a un Cristo joven nació con la idea de “representar al Dios que hay en Cristo”, ya que “su parte de hombre la ha dejado en la tierra y ahora ya está preparado para ser 100% Dios”.

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