La asistencia de Pedro Sánchez al FIB, donde actuaba The Killers, en el avión presidencial ha sido uno de los asuntos candentes de los últimos días. El presidente del Gobierno ha argumentado que se trata de una polémica “artificial” y que desde el año 2015 el Departamento de Seguridad de Moncloa recomienda “que todos los desplazamientos se hagan por medios aéreos”. Estas declaraciones las hizo durante la tarde de este jueves, cuando las críticas ya habían alcanzado su punto álgido. Uno de los reproches más desafortunados, por decirlo de alguna manera, fue el de David Gistau.

El columnista escribió Dientes, dientes,  un artículo en el que señala que Sánchez está protagonizando diferentes polémicas porque quieres disfrutar y sacar el máximo rendimiento a las ventajas de ser presidente: “No sé si la conciencia de su propia finitud en una situación parlamentaria irresoluble ha potenciado en Sánchez un afán de disfrutar todo lo posible del ajuar presidencial mientras éste siga disponible. Es probable que tenga para ello, antes de pasar al sector privado, menos tiempo que otros presidentes y que por eso se esté atragantando con más complementos -el avión, el helicóptero, las gafas de puto amo- de los que venían con los Geyper Man”.

Pero la polémica de Gistau salta cuando compara a la mujer de Pedro Sánchez con Pretty Woman, el famoso personaje encarnado por Julia Roberts: “Como Richard Gere cuando se llevó a la ópera a Pretty Woman- en una de esas citas con las cuales los matrimonios de larga duración endosan los niños a alguien y tratan de volver a sentirse como cuando eran novios”.