La campaña más reciente del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso está recogiendo multitud de reacciones, muchas de ellas críticas. El anuncio publicitario Yo Dejo Propina de la Comunidad de Madrid que anima a la población a dejar propina en bares y restaurantes no ha dejado indiferente a nadie.

El último en pronunciarse al respecto ha sido Joaquín Prat. El presentador y colaborador de televisión, cuando se habló de la cuestión en El Programa de Ana Rosa de este lunes, se pronunció en estos términos: “Me toca las narices que me digan que tengo que dejar propina. Yo dejo propina si me apetece dejarla y, si no, no la dejo. Nadie me tiene que venir a decir si tengo que dejar propina o no”, sentenció.

Por su parte, Ana Rosa Quintana sí que dejo una valoración en positivo sobre el spot publicitario del Ejecutivo regional: “A mí me parece que, si puedes, me parece normal dejar una propina. Ahora, al no llevar dinero en metálico casi nadie, se han reducido las propinas”, añadió.

Propinas para los bares

La última baza de Ayuso para ganarse el beneplácito de la hostelería ha sido proponer a los madrileños dejar una pequeña cantidad como propina para hacer realidad “los pequeños sueños e ilusiones” de los profesionales del sector: “Ha llegado la hora de volver a hacer sonar las campanas de nuestros bares y restaurantes”, se escucha a la voz en off del vídeo.

“Ellos son los que nos hacen la vida un poco más fácil y más alegre. Son las propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de los que nos atienden cada día. (…) Volvamos a dejar propina”, incita el spot publicitario.

Nada más publicarse y hacerse viral en redes sociales, los comentarios de los usuarios no dejaron de sucederse, muchos de ellos condenando que no se mejoren las condiciones laborales de los camareros y el servicio de hostelería: “¿Derechos? No, mejor propinas”, decía uno de ellos.

Según el convenio de la hostelería de la región, el sueldo base de los camareros es de 1.000 euros aproximadamente aunque, gracias a los extras, la base media de cotización en España es de 1.248 euros. No obstante, su coste de vida no se corresponde con los salarios.

Esta campaña no estuvo exenta de críticas tampoco desde el ámbito político, ya que la oposición al Gobierno popular de Madrid también remarco su descontento: “Defender la hostelería es pelear por buenas condiciones, no por propinas”, zanjo la candidata a la alcaldía de la capital, Rita Maestre, de Más Madrid.