La crónica social de la derecha española ha vivido un auténtico terremoto este jueves, 9 de mayo. Un terremoto amoroso en el que se han mezclado dos mundos radicalmente opuestos, o quizás no tanto: La política y el mundo de las ‘influencers’ o creadoras de contenido, en español, que, seguro que lo prefiere el protagonista de esta historia, el diputado de Vox en el parlamento de Andalucía, Jacobo González Robatto, más conocido como Coco Robatto, de 36 años.
Su nombre comenzó a aparecer en los titulares cuando su historia de amor con la popular empresaria y diseñadora sevillana Rocío Osorno, con quien se llegó a casar y con quien tuvo dos hijos en común, Jacobo y Luis. Sin embargo, su relación terminó en 2020 con un mensaje que ella misma publicó en sus redes sociales, ese espacio que tantos disgustos le está provocando al diputado de la formación de Santiago Abascal.
Ahora Robatto vuelve a ser noticia y nada tiene que ver con la política: su novia, que ya es exnovia, Bárbara Lobato, ha compartido con sus seguidores una supuesta doble vida que el diputado de Vox en Andalucía habría llevado en los últimos meses con otra mujer. Desde entonces, ha estallado un escándalo en el que ya han salido a hablar casi todas las partes, y decimos casi, porque la única parte que aún permanece en silencio sepulcral es el propio protagonista.
Bárbara, quien en los últimos dos años ha sido su pareja, ha lanzado a través de su perfil de Instagram un contundente comunicado en el que refleja las mentiras en las que se ha visto implicada. “Tras dos años de relación, uno y pico de convivencia, he puesto fin a mi relación con Coco Robatto al descubrir que tenía una doble vida. Me ocultaba en redes para ‘protegerme’”, comienza el escrito difundido en redes sociales acompañado de fondo de tres imágenes en las que se puede apreciar el amor que ambos se tenían y que desde ahora parece unidireccional.
“Tiene a la vez una relación desde hace meses, estable con otra chica, Ella no sabe de mi existencia al igual que yo no sabía de ella. Repito que no tengo ni ganas ni tiempo para odiar a nadie. Me han robado dos años de mi vida y hay otra mujer a la que le está pasando lo mismo. Subir esto para que le llegue a ella es lo mínimo que puedo hacer, por empatía, de mujer a mujer”, concluye el mensaje que ha difundido en forma de ‘storie’ en la red social Instagram.
Antes de esta fotografía en la que explica y desarrolla todo lo sucedido, Bárbara ha compartido otra imagen adelantando la noticia, pero sin desvelar muchos detalles de la ‘bomba’ que iba a sacudir hoy la crónica rosa de la formación verde. “Anoche me llegó una versión totalmente falsa de algo ‘muy heavy’ que me ha sucedido. No pensaba contar nada y menos aquí. Para que se dejen de decir cosas que no son y porque hay una mujer a la que le están haciendo lo mismo que a mí a la que espero ayudar”, espetaba en un mensaje plagado de misterio.
Minutos después de esta publicación, ha sido Rocío Osorno quien ha salido a dar su versión y negado categóricamente tener ningún tipo de relación con el diputado de Vox en Andalucía: “Antes de que me salpique, yo no soy la otra. Salí de ahí a finales de 2020 y ya nunca jamás volví a entrar”, reconoce y aclara: “A lo de salir me refiero a poner fin a nuestro matrimonio. Ya sabéis que mantenemos una buena relación por el bien de nuestros hijos, pero hasta ahí. Yo no me meto en nada de su vida privada al igual que él no se mete en la mía. Y ya, doy por zanjado este tema que como ya digo no tiene nada que ver conmigo”.
Esta revelación sobre la doble vida del político rompe la imagen que se tiene públicamente de él de ser un hombre de familia y devoto cristiano. Por el momento, se desconoce quién es la tercera persona de esta historia, pero es cuestión de tiempo que su identidad se conozca visto el revuelo generado en redes sociales, aunque previsiblemente prefiera anonimato.
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