Isabel Franco, diputada de Unidas Podemos en el Congreso, protagonizó este miércoles un momento para destacar cuando ha sido llamada por el vicepresidente primero de la Cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y varios políticos han estallado en y risas por su apellido.

Mientras la política bajaba las escaleras para subirse a la tribuna de oradores, algunos diputados continuaban coreando las risas, e incluso ha podido escucharse gritos de "¡Franco!". Al tomar su turno de palabra, la diputada de la formación morada ha aprovechado para mandar un contundente mensaje ante tanta algarabía.

“Antes de empezar: sí, me apellido Franco. No solamente los dictadores pueden usar ese apellido. También la clase trabajadora como es mi familia”, sentenciaba mirando fijamente a la bancada, acallando así el breve escándalo. 

 

Rigoberta Bandini, en el Congreso

A continuación, Franco se ha dirigido directamente a los diputados de Vox que, siguiendo la actualidad de estos últimos días y el posicionamiento que ha tenido Unidas Podemos al respecto, les ha preguntado: “Señorías de Vox, ¿por qué les dan tanto miedo nuestras tetas?”, aludiendo así a la famosa canción de Rigoberta Bandini en el Benidorm Fest y que tanto debate ha generado a nivel social, mediático e incluso político.

A través de sus redes sociales, volvía a reivindicar la importancia del mensaje de la cantante: "Es la mejor respuesta ante la misoginia. Un gesto que reclama igualdad real, que nos empodera". "No nos dan miedo las tetas, nos gustan desde pequeñitos", entró a politizar Santiago Abascal este lunes.

Controversia con los apellidos

Isabel Franco no es la única política que tiene el apellido del dictador Francisco Franco. El diputado de Más Madrid, Héctor Tejero Franco, también vivió un momento parecido con otro representante de Vox en las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2021.

José Luis Ruiz Bartolomé publicó un mensaje a través de sus redes sociales en el que aseguraba que Héctor Tejero Franco era "un infiltrado" en las listas de la formación. La réplica, no tardó en llegar: "Los apellidos que tiene uno no los elige, pero ser un fascista, sí".