Alberto González Amador, comisionista investigado por fraude fiscal, falsedad en documento mercantil, corrupción en los negocios y administración desleal, está convencido de que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acabará siendo condenado por la presunta filtración del acuerdo de conformidad ofrecido por su otrora abogado Carlos Neira en el que reconocía al Ministerio Público la comisión de dos delitos ante Hacienda.
Este convencimiento le ha llevado a solicitar al Tribunal Supremo, a través de un escrito de cerca de 70 páginas, que dé un paso adelante y lo procese en fase abreviada. Para ello, González Amador utiliza un sinfín de argumentos repetidos hasta la saciedad por su defensa durante la instrucción, que van desde la falta de colaboración con la Justicia del líder de la Fiscalía General del Estado, el presunto borrado de pruebas o la cronología de cómo el email de la confesión de sus delitos acabó siendo publicado íntegramente y en exclusiva por ElPlural.com.
Sin embargo, hay otra estrategia a la que la defensa del empresario ha dado especial prioridad en este escrito: su condición de “pareja” o “novio” de Ayuso. Hasta el momento, tanto González Amador como Isabel Díaz Ayuso han tratado de apartar de los tribunales su relación, pero, ahora, y a fin de establecer un paralelismo con la que demostrarse una víctima del sistema, aprovecha cada página para recordar que ese es el trato que se le ha dado en los medios de comunicación y en peticiones de documentación como la del fiscal Julián Salto.
De hecho, a lo largo de las 68 páginas del escrito remitido al Alto Tribunal, la defensa de González Amador inserta la palabra “novio” o “pareja” cerca de 40 ocasiones, estableciendo de esta forma un relato en el que su representado se victimiza por estar siendo objetivo de un ataque que, según él, no se hubiese dado de no ser por su relación sentimental con la presidenta madrileña, uno de los principales arietes del PP contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
“Nadie duda de que de haber mantenido D. Alberto González Amador una relación sentimental con cualquier otra persona o no haber mantenido ninguna, jamás se habrían producido las conductas de los investigados operadas entre el 7 y el 14 de marzo de 2024 ni los hechos delictivos que nos ocupan, ni habría padecido las consecuencias de esas delictivas conductas de los investigados por ser "la pareja sentimental de la Presidenta de la Comunidad de Madrid" (así se referían a él hasta en el título de la primera versión de la nota de prensa)”, especifica la defensa de González Amador en las conclusiones de su escrito.
¿Qué pena piden para el fiscal?
En el tercero de los apartados del escrito, bajo el título de “tipicidad de los hechos punibles reflejados por el sumario”, la defensa del comisionista reclama el cumplimiento del artículo 417 del Código Penal en la causa contra el fiscal general, Álvaro García Ortiz. El articulado reza lo siguiente:
1. La autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban ser divulgados, incurrirá en la pena de multa de doce a dieciocho meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.
Si de la revelación a que se refiere el párrafo anterior resultara grave daño para la causa pública o para tercero, la pena será de prisión de uno a tres años, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a cinco años.
2. Si se tratara de secretos de un particular, las penas serán las de prisión de dos a cuatro años, multa de doce a dieciocho meses, y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.