Jeanne, una estudiante francesa ha denunciado en redes sociales el trato recibido por el museo Orsay (París) después de denegarla la entrada por llevar un vestido con escote.

La joven escribía en redes sociales una carta en la que relata paso a paso lo sucedido junto a una foto del vestido: "Carta abierta al museo de Orsay. Adjunto imagen del vestido de la discordia (foto tomada cuatro horas antes)", comienza señalando.

Antes de entrar, la joven explica que no sabía lo que estaba sucediendo. "Ah, no, no va a ser posible, no es posible, esto no va a pasar", son las palabras de un empleado cuando la joven se dispone a sacar la entrada del bolso. Tras preguntar qué pasaba dice que la miran "fijamente" los pechos y que se siente "incomodísima" con la situación, pero que nadie le da una respuesta.

Acto seguido, y ya con otro empleado que mira también de maner obscena los pechos de la joven le piden que se ponga una chaqueta para poder entrar.

La joven se puso la chaqueta, pero reconoce que se siente  "vencida, obligada, una mujer sexualizada" y que cede porque quería entrar al museo: "No soy mis pechos, no soy un cuerpo, vuestro doble rasero no debería ser un obstáculo para mi derecho a acceder a la cultura y al conocimiento", insta.

Por si fuera poco, la mayoría de la obra que compone la galería con mujeres con el torso desnudo y muchas de las personas que están dentro tienen la espalda al aire, con el ombligo al aire "pero todas delgadas y sin pecho". "Me pregunto si me habrían dejado entrar sin problema con algunos de los atuendos que llevan las mujeres dentro", termina lamentando.