Carmen Lomana se hizo famosa por aparecer en un programa de TVE tratando de explicar que los ricos también lloran y a veces la crisis les deja "sin cash". Desde entonces, la empresaria viuda se dedica a reivindicar sus puntos de vista de clase alta alejada de la realidad, obteniendo por ello un cash que seguramente no necesite. Hoy, el diario La Razón publica en su edición impresa dos páginas completas de doctrina lomanista para las cuales ya hemos hecho nosotros de catavenenos.

Para empezar, Lomana declara sus intenciones para este verano: mantenerse alejada del conocimiento, de la actualidad y de los horarios. También confiesa su sueño de tener un chiringuito en la playa, pero no para trabajar, sino para "ver atardecer con mis amigos oyendo música". Es una pena para los que imaginábamos a Lomana recorriendo España en un food truck.

Lomana contra Amaia y Alfred

Pero Carmen es voluble e inconstante, como la fortuna y no tarda en cambiar de tema para hablar de que no le gustan las canciones del verano -excepto Despacito- y que, por supuesto, no le gustó la canción con la que España participó este verano en Eurovisión, ni tampoco el dúo que la interpretó, Amaia y Alfred, a los que define como "esa pareja de cursis que ya sabía yo que no iban a ganar". Aunque parece que le molestó más que Alfred regalase a Amaia el libro "España de mierda", un delito imperdonable, con el agravante de que él es catalán. 

Pero, ¿dónde está la Carmen Lomana luchadora? ¿la guerrera que en verano prefiere los vestidos boho chic? No tarda en volver a aparecer para declarar que ella es "una mujer muy libre, muy liberal, con mucho sentido de la justicia", indignada con que Podemos, el partido con el que coqueteó seducida por Juan Carlos Monedero, quiera prohibir los piropos. Lomana, como mujer libre-liberal, sabe defenderse sola y si alguien por la calle le dice una grosería, ella se vuelve, le contesta y le deja "quieto parao". 

Felices vacaciones, Carmen. Nos quedamos con ganas de saber cómo las distingues del resto del año.