Uno de los tenistas más aclamados y exitosos de todos los tiempos, el suizo Roger Federer, ha puesto esta semana fin a su carrera deportiva, tras más de 20 años en la élite de este deporte. El último partido del suizo ha tenido lugar en la Laver Cup y lo ha disputado con Rafa Nadal como su pareja de baile, en un encuentro con claros tintes de despedida en el que las dos leyendas se han enfrentado a Jack Sock y Frances Tiafoe.

Al acabar el partido, comenzaron a proyectarse numerosas imágenes de la carrera deportiva del suizo, en lo que fue un momento en el que era casi imposible no emocionarse. Muchos de los presentes rompieron a llorar de inmediato, y entre ellos, los propios Federer y Nadal, dejando unas imágenes que han dado la vuelta al mundo y que quedarán para la historia.


Tanto en dichas imágenes, donde se pudo apreciar a ambos deportistas expresar libremente sus emociones y cogerse de la mano en señal de empatía y consuelo, como a lo largo de todo el encuentro, pudo verse entre ambos una gran complicidad, fruto de años compartiendo pistas, torneos y amistad. La actitud de los deportistas hizo reflexionar a miles de personas, entre ellas, al portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián. El catalán expresó que las imágenes protagonizadas por los tenistas eran “muy poderosas” y que “contribuían a deconstruir las masculinidades tóxicas”.


“No sé si somos conscientes del poder de estas imágenes en la ruptura de ciertos estereotipos y en la deconstrucción de una masculinidad terriblemente tóxica, sobre todo entre los más jóvenes. Bravo por ellos”, ha indicado el portavoz, elogiando el hecho de que dos figuras públicas de tal relevancia no tengan miedo de mostrar sus emociones en público, a pesar de pertenecer a un gremio donde estos gestos no son tan habituales.