La victoria judicial de Ana Rosa Quintana al Diario Gol sienta un precedente por convertirse en la primera sentencia contra los titulares falsos y el clickbait en España. La presentadora demandó al portal de Internet por intromisión ilegítima en su derecho de imagen y vulneración de su honor tras comprobar que varios artículos publicados en él contenían falsedades en sus titulares o textos que no guardaban relación con los mismos.

Los responsables de la página web condenada deberán retirar todas las noticias que se mencionan en la demanda y publicar el fallo judicial con una visibilidad en su portada durante el mismo tiempo que permanecieron las piezas referidas, un total de 59 días. Esta sentencia, emitida por la Audiencia Provincial de Madrid el 16 de marzo, ha rechazado el recurso interpuesto por el portal contra la anterior sentencia del pasado 5 de julio, que ya había convenido una indemnización de 60.000 euros para Ana Rosa Quintana y el pago de las costas del proceso judicial por 30.000 euros.

El equipo legal de Ana Rosa Quintana incluyó en la demanda hasta una veintena de titulares en los que se mencionaba a la presentadora de manera engañosa, práctica conocida como clickbait, ya que no se corresponde con el contenido del texto de la pieza escrita. “Ana Rosa Quintana no sabe dónde meterse: Jorge Javier Vázquez o la venganza más bestia”, “Ana Rosa Quintana o ‘sucia tu madre’ el bochorno que arrasa en Telecinco”, “La foto de Ana Rosa Quintana (Víbora, indeseable y mal bicho) que enciende a los independentistas en Cataluña” o “Puñalada a Ana Rosa Quintana: filtran este mensaje (y la destrozan 'patética, chula y cosas peores')” son algunos ejemplos de los titulares falsos publicados por Diario Gol que la presentadora decidió incluir en su denuncia.

Esta sentencia judicial se convierte así en pionera debido a la creación de jurisprudencia sobre los titulares falsos y el clickbait, cuyo fin es el de aumentar el tráfico de visitas en una página web. Además, la defensa que Ana Rosa Quintana ha contratado para finalmente conseguir la primera sentencia judicial en España sobre este asunto ha sido la del despacho de abogados de su propio hijo, Álvaro Rojo Quintana.