Pokémon ha lanzado su novena generación con Escarlata y Púrpura. Las nuevas ediciones tienen buenos puntos y han tenido una acogida muy satisfactoria por la comunidad, aunque la crispación de la misma por los bugs, caídas de FPS y varios problemas que han acabado en crasheos han sacado de quicio a los fans.

 

La novena generación es la más completa pese a quien le pese

Antes de sacar todos los problemas con los que nos hemos encontrado, hay que mencionar que sí, Paldea es una región que engloba todos los elementos que tanto han gustado de 1996 en adelante. Los gimnasios siguen suponiendo un cierto reto, los Pokémon Dominantes que conocimos en Alola tienen su aquel en nuestra región y la Vía Stardust es un nuevo concepto que añade un nuevo elemento para acabar con el equipo villano, el Team Star.

El que nos zambullamos en la Españita pokemaniaca también tiene un plus con el mundo abierto que nos ofrece Game Freak en Escarlata y Púrpura. Aunque da la sensación de que podría tener más Pokémon envolviendo el entorno, las manadas de estas criaturas y la variedad de Pokémon no se me ha quedado corta contando hasta con 400 especies distintas.

 

La jugabilidad engloba lo mejor de cada casa

Respecto a cómo nos plantamos dentro del juego la libertad de cámara y el tener la posibilidad de enfrentarte a los Pokémon salvajes sin entrar en combate directo para levelear a tus compañeros abre una experiencia de juego diferente.

En el primer caso, el tener el mundo abierto implica que la visión en torno a ello sea casi algo inherente. En el caso de la segunda modalidad ya entramos más en detalle ya que el farmeo es casi una de las tareas más rutinarias a lo largo de todas las generaciones e incluso se llega a hacer pesado.

Sin embargo, en Paldea el poder enviar a cualquiera de tus Pokémon a un combate directo contra los salvajes e ir cogiendo experiencia es algo que es de alivio para poder tenerlos en plena forma para cada reto.

Por otro lado, la dinámica de la teracristalización se antoja muy del capricho del VGC sucediendo a los dinamax y las megaevoluciones. En esta ocasión, la posibilidad de añadir un nuevo tipo al Pokémon y boostear el stab a favor de movimientos que tiene aprendidos es un arma de doble filo, pero las estrategias para saber cuando y cómo utilizarlo se vuelven interesantes desde el momento en que se pueden utilizar.

Y hablando de la teracristalización, las teraincursiones, al igual que las incursiones dinamax tampoco pasan desapercibido, aunque en esta modalidad no hemos encontrado cambios excesivos con respecto a lo que ya vimos en Espada y Escudo.

Por otro lado, las referencias a España como por ejemplo los monumentos más característicos, algunos nombres de ciudad y los bocadillos hacen que todo tenga un aire especial. Haciendo foco a estos últimos, los picnics son una gran forma de conseguir mejoras a la hora de la captura puesto que con ellos se podrán obtener diferentes boosteos para que aparezcan criaturas de un tipo u otro.

Donde también podemos centrarnos varias horas de juego es en el farmeo de objetos que gracias al sacar de la pokeball a nuestros compañeros podremos recoger los item necesarios no sólo para tener mejores recursos para combatir, sino para craftear objetos como las MT’s.

Desde los Centros Pokémon ya no sólo se podrán adquirir objetos, sino que también podrás hacer tus propias máquinas técnicas con las que tener movimientos adicionales en la mochila, una modalidad que ha gustado mucho ya que añade esa parte en la que tienes que explorar qué Pokémon tiene qué ingrediente para ello.

 

Mi bug tiene un poco de juego

Ahora bien, si de verdad hay algo que mancha especialmente la experiencia de juego son la cantidad de fallos y errores con los que nos hemos encontrado. Pese a que yo especialmente no haya tenido más que caídas de FPS, o algún contrapicado que me dejaba ver el infinito que se oculta bajo Paldea, hay jugadores que han sufrido crasheos en el juego o incluso pérdidas de datos (aunque el juego tiene programada una copia de seguridad en caso de sufrir esto, por algo será), atascos de Miraidon y Koraidon e incluso contorsionismos del personaje al entrar en algún edificio que bien recuerdan a la niña del exorcista.

No hay que dejar de lado que las texturas tampoco son lo que muchos nos esperábamos para un juego que pertenece a una saga que roza los 30 años y que a priori compite con otras sagas legendarias de la industria.

 

Horas a raudales, pero ¿será de las más recordadas?

Por último, cabe destacar que, aunque podamos encontrar problemas a la hora de jugar, el transcurso de la narrativa no impide disfrutar a no ser que haya un fallo grave, pero nos surge la duda de si de verdad Paldea va a ser recordada por todo lo que tiene.

Lo cierto es que Pokémon Escarlata y Púrpura tiene lo necesario para triunfar. En caso de que el parche que tiene previsto Nintendo para arreglar los problemas que se están viendo surta efecto, apostaría a decir que aunque no tenga los mejores gráficos (que tampoco es explícitamente necesario) sí que puede ser uno de los títulos más completos y aplaudidos de la saga.

Todo el recorrido, la variedad en la Pokedex y un sinfín de cosas que hacer en el vasto mundo (sin siquiera seguir la ruta inicial propuesta) lo convierten en uno de los grandes ganadores hasta el momento y que consigue recoger lo bueno de sus últimos predecesores.