El Plan Vive, que la Comunidad de Madrid vendió a su salida como una oportunidad en vivienda para los jóvenes, ha demostrado ser un pufo en la práctica, y el portavoz del PSOE en la Asamblea Javier Guardiola se lo ha vuelto a dejar claro a la región con tan solo una fotografía.

A golpe de tuit, el político socialista ha escogido uno de los pisos que ofrece este plan, que supuestamente debería servir para que muchos jóvenes que quieran emanciparse puedan hacerlo o, al menos, empezar a ello.  Sin embargo, esta oportunidades no están al alcance de cualquiera, y eso queda claro en muchas ofertas, como esta que en las últimas horas presentaba en X, antiguo Twitter, Guardiola.  

Se trata de viviendas por casi 800 euros de alquiler de entre 52 y 59 metros cuadrados en Navalcarnero. “Aquí tienes el modelo del PP en vivienda pública. ¡Tremendo!”, lamentaba el socialista en su perfil.

Una política de vivienda condenada al fracaso

Desde que nación el Plan Vive, la polémica no ha dejado de rodearlo, y es que dista mucho de ser una acción que podría enmarcarse en la vivienda pública. Cabe destacar que la vivienda pública es un mecanismo que las administraciones públicas utilizan para introducir inmuebles de calidad en el mercado de la vivienda a precios asequibles para que las rentas bajas también puedan probar la independencia.

Sin embargo, el Plan Vive de la Autonomía madrileña dista mucho de esto, ya que hace alusión a alquileres de 800 euros al mes por apenas 40 metros cuadrados en muchos casos -e incluso 1.000 euros mensuales- en los que se carga al inquilino con gastos como el IBI o la comunidad, de los que normalmente se hace cargo el casero.

Organizaciones sociales han denunciado en varias ocasiones a ElPlural.com que el resultado de esta gestión es que muchas veces el alquiler final de la casa está incluso por encima del precio de mercado, lo que ha conducido a que muchas personas terminen por renunciar a los pisos que se les había adjudicado.

Los requisitos para acceder a estos inmuebles ya van en esta dirección, y es que necesitas cobrar más de 2.000 euros de renta para acceder al peor de estos pisos. Mientras tanto, la oferta más barata estimada por la Comunidad de Madrid hasta la que aparece en estas líneas era de una habitación y 44 metros cuadrados por 821,72 euros al mes, a lo que hay que sumar que los ingresos, como mínimo, tienen que ser de 2.350 euros limpios al mes.

A esto hay que añadir que la región publicitaba a bombo y platillo alquileres desde 714 euros, pero solamente cuatro viviendas de las 488 ofertadas en San Sebastián de los Reyes, uno de los epicentros del plan, disponía de un alquiler de partido establecido inferior a los 725 euros al mes, sin tener en cuenta otros gastos fijos.

Se trata estos últimos de servicios que nadie pide pero que la Comunidad de Madrid añade como “piscina con solárium, consejería, pista multideporte o gimnasio”, además del mencionado IBI. Una vez hecho el cálculo total, se llega a la conclusión de que es necesario disponer de unos ingresos anuales netos de 28.173 euros para acceder a 44 metros cuadrados públicos con un solo dormitorio y que esté sin amueblar; 2.347 euros limpios al mes.

Pero la exigencia es mucho menor por arriba, permitiendo así que los madrileños más adinerados tengan más fácil acceder a una vivienda de este plan. En concreto, puede acceder a una vivienda pública con precio limitado una persona cuyos ingresos brutos anuales llegan hasta cerca de los 76.000 euros, es decir, 6.333 euros al mes.

El ejemplo es todavía más palpable para las viviendas de dos dormitorios y 58 metros cuadrados, con alquileres de 1.000 y euros y una renta mínima exigida de casi 35.000 euros, y las de tres dormitorios y 76 metros cuadrados, con alquileres en su caso de 1.300 euros y rentas de 44.000.

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