La situación es tan cotidiana, que ya la hemos incorporado a nuestras rutinas. Entras en una web y te pide que permitas cookies. Te descargas una aplicación y te pide acceso a todo tipo de información de tu teléfono móvil. Publicas en redes sociales y se incluye tu localización, la hora, el modelo de dispositivo que utilizas... 

Todo un mundo de datos personales a los que acceden cientos de empresas, no para felicitarte el cumpleaños sino con un único objetivo: ganar dinero. Y ya se sabe, si no te están cobrando, el producto eres tú. 

Los datos son un negocio sobre el que se han construido las grandes fortunas del siglo XXI. Sin embargo, nuestra ignorancia sobre el uso que se les da es palmario: casi ocho de cada diez habitantes de nuestro país desconocen cuántas organizaciones usan, almacenan o acceden a su información personal. 

La mayor parte de los españoles desconoce cuántas organizaciones usan, almacenan o acceden a sus datos personales 

Desconomiento

Según un estudio elaborado por la compañía OpenText sobre la seguridad de la información personal y cómo las compañías manejan los datos, tan solo el 32 por ciento de los dos mil españoles encuestados afirma conocer leyes como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Además, el estudio señala que el 28 por ciento del total de encuestados no tiene ningún conocimiento de esta regulación, informa Europa Press. 

En otros países como Francia, la cifra de personas que conocen este tipo de leyes es igual a la de España, mientras en Reino Unido cerca de la mitad de los encuestados las conocen y en Alemania un 41 por ciento.  

Tan solo el 32 por ciento de los españoles encuestados conoce leyes como el RGPD

Data brokers

“La nueva amenaza de la protección de datos son los denominados brokers o comerciantes de datos. Empresas que recopilan datos de la vida real y virtual de las personas que luego venden a terceras empresas con fines lucrativos”, explican desde la Oficina de Seguridad del Internauta [OSI].  

Y nos alertan sobre los peligros de esta situación: “Uno de los mayores desafíos para proteger la privacidad es que muchas de sus violaciones son imperceptibles por las personas que las sufren. El usuario desconoce en la práctica a dónde van sus datos, quién los maneja, o durante cuánto tiempo. Las empresas de brokers de datos no son conocidas por el gran público, pero todas ellas saben mucho de los ciudadanos de cualquier país del mundo”. 

Uno de los mayores desafíos para proteger la privacidad es que muchas de sus violaciones son imperceptibles por las personas que las sufren

Conocimiento infinito

Muchas personas piensan que no es importante que determinadas empresas tengan acceso a sus datos. Sin embargo, según la OSI, “el Big Data o la ciencia de datos permite analizar las tendencias religiosa, política, sexual, económica, de ocio, sanitaria, policial e incluso emocional de cada individuo a partir de datos básicos. Los complejos algoritmos que usan cada vez más organizaciones (a ambos lados de la legalidad) son cada vez más eficaces, y el conocimiento que ayudan a generar, infinito”.  

Los datos se compran y venden como cualquier otra mercancía y “cuanto más íntima y sensible sea la información, más valor tiene; es decir, el nombre y la edad de una persona valen menos que el conocimiento de que ese individuo tenga algún tipo de enfermedad terminal”. 

Según estimaciones de la OSI, cada persona acepta más de 40 consentimientos de uso de datos personales al año. “Estos datos que individualmente no tienen valor, juntos constituyen un nuevo negocio de valor incalculable”, aseguran. 

Por eso, “el primer paso para valorar el impacto que estas acciones tienen en la privacidad de una persona es conocer el volumen de datos que las empresas manejan gracias a los servicios que nos ofrecen. Google, Microsoft o Apple no son brokers de datos, pero pueden manejar muchos datos sensibles de las personas gracias al enorme abanico de servicios que ofrecen”.