Cada 40 segundos, se suicida una persona en el mundo. En España, según cifras del Instituto Nacional de Estadística [INE], en 2019 [últimos datos disponibles] se quitaron la vida o la perdieron a causa de lesiones autoinfligidas 3.671 personas.

La incidencia es mucho mayor en hombres [2.771 fallecimientos] que en mujeres [900]. Por edades, el mayor número de casos se produce entre los 45 y los 54 años, con más de 300 decesos.

Pero su incidencia es especialmente preocupante entre la población joven: 235 personas entre los 15 y los 30 años se quitaron la vida ese año. La Organización Mundial de la Salud [OMS] asegura que “es la segunda causa de muerte en todo el mundo entre las personas de 10 a 24 años”. Y no solo eso, también alerta sobre “el impacto que tiene en las vidas de muchas familias, amigos, compañeros y comunidades”.

Las redes sociales presentan una oportunidad única para llegar a los jóvenes

 

Redes sociales para prevenir el suicidio

“Hay una necesidad de aproximaciones eficaces y orientadas a los jóvenes para prevenir el suicidio; y las redes sociales presentan una oportunidad única para llegar a ellos”, afirma Louise La Sala. Esta investigadora, junto a otros compañeros de la universidad de Melbourne, acaban de publicar un estudio sobre el papel que las redes pueden jugar para reducir los casos en este segmento de población.

El equipo ha analizado el impacto de las campañas de prevención y aseguran que “se sabe poco de su capacidad para cambiar comportamientos, en especial entre los jóvenes en el contexto de las redes sociales”. Y añaden que “se sabe aún menos de la seguridad y la viabilidad” de este tipo de acciones.

Un buen ejemplo
El mejor ejemplo de este tipo de campañas es #chatsafe, una iniciativa creada en 2018 en Australia, que se ha expandido al resto del mundo gracias a la colaboración de diferentes organizaciones.

El objetivo de este proyecto fue “elaborar un conjunto de pautas fundamentadas en evidencia que ayuden a los jóvenes a hablar acerca del suicidio de manera segura” en el ámbito digital.

Si la publicación es incorrecta, estigmatizante o insegura, podría afectarte a ti y a otras personas

Lo primero, ser consciente
“Antes de hablar acerca del suicidio en línea, tómate tu tiempo para pensar por qué quieres compartir esa publicación. Piensa en cómo tu publicación puede afectar a los demás y si existe una forma diferente de comunicar esta información, de manera que sea más segura o más útil para los demás”, explican en su guía para jóvenes.

Advierten de que cualquier imagen, foto, vídeo o texto “puede viralizarse rápidamente en línea. Si la publicación es incorrecta, estigmatizante o insegura, podría afectarte a ti y a otras personas”.

También recuerdan que “una vez que realizas una publicación, no tendrás control sobre quién la verá o quién la compartirá” y que si tu cuenta no está configurada como privada, “cualquier persona puede acceder al contenido que publicas”.

La exposición continua a contenido negativo podría afectar tu propio bienestar

Contenidos negativos
No debemos olvidar que “la exposición continua a contenido negativo (p. ej., conversaciones, imágenes o videos acerca del suicidio) podría afectar tu propio bienestar”.

Aunque es posible que una simple publicación aislada “pueda generar pensamientos o sentimientos negativos”. En esas situaciones, lo mejor es “hablar con alguien acerca de tus sentimientos” y “tomarte un descanso”.

La clave es “controlar el contenido que miras. Por ejemplo, si estás pasando por un momento difícil, quizás quieras minimizar la cantidad de contenido relacionado con el suicidio al que estás expuesto al ocultar ciertas publicaciones en tus actualizaciones o dejar de seguir contenido que te pueda causar angustia”.

Todas las grandes redes sociales cuentan con sus propias páginas de prevención del suicidio

 

Ayuda en redes sociales

Todas las grandes redes sociales cuentan con sus propias páginas de prevención del suicidio. Desde Facebook recomiendan: “Muestra tu apoyo a esta persona o ponte en contacto con un familiar, un amigo, un orientador o un profesor que pueda ayudarle”.

En Instagram explican que han “trabajado con expertos en la prevención del suicidio para comprender las mejores formas de ayudar a una persona que tiene pensamientos suicidas”.

En base a esa colaboración, han elaborado una lista con cinco recomendaciones: buscar signos de advertencia, empatizar y escuchar, preguntar a la persona sobre el suicidio y eliminar el peligro.

En Twitter también animan a buscar ayuda lo antes posible. “Puedes alertar al equipo de Twitter enfocado a gestionar informes asociados con cuentas que pueden estar relacionadas con comportamientos suicidas o de autolesiones”.

En TikTok la verdad es que no ayudan gran cosa. Solo afirman que “es una comunidad positiva y de apoyo. Esperamos que los bailes, canciones, animales monos, escenarios y comedia pueden traer la felicidad a las personas de la plataforma”.