La Unión Europea tiene una estrategia clara para el desarrollo de las redes 5G centrada en la seguridad. A diferencia de EEUU, que ha vetado a empresas como Huawei, recomienda la diversificación y el uso de la mejor tecnología posible. No excluye a nadie, pero sí ha fijado una exigente normativa que todos los proveedores deben cumplir para garantizar la soberanía digital. Este mismo año han emitido una serie de recomendaciones estrictas para el despliegue de la red 5G en Europa y prevenir cualquier riesgo de seguridad.

La  estrategia europea para el 5G respeta la naturaleza abierta del mercado interior y la seguridad de los ciudadanos

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, ha señalado que las recomendaciones se han hecho de manera objetiva y a medida de los riesgos identificados. "Lo que estamos definiendo hoy es una estrategia europea para el 5G que respete la naturaleza abierta del mercado interior y la seguridad de los ciudadanos y nuestra soberanía tecnológica", ha defendido Vestager.

Por su parte, Thierry Breton, comisario de Mercado Interior y responsable de Industria y Telecomunicaciones ha señalado que "no se trata de discriminar, sino simplemente de fijar reglas". Estas medidas "serán estrictas, exigentes, de modo que en Europa se acogerá a todos los operadores que quieran aplicar las estrictas y exigentes medidas de seguridad en el despliegue de redes [5G]".

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¿Qué instrumentos normativos hay en la UE para el 5G?

La UE cuenta desde hace más de una década con un conjunto de instrumentos normativos europeos que mitigan cualquier riesgo y protegen las redes de comunicaciones electrónicas. El 'Marco de Telecomunicaciones de la UE' ha recomendado medidas para la reducción de riesgos y propiciado la cooperación de los operadores. El 'Código de Comunicaciones Electrónicas', que reemplazará al anterior a partir del 21 de diciembre de 2020, contiene medidas aplicables a la seguridad de las redes, la gestión de incidentes y la supervisión. También puede apoyarse en la 'Directiva NIS', que impone obligaciones similares para los operadores de servicios esenciales, y en el 'Reglamento de Ciberseguridad (Cibersecurity Act)', que permite desarrollar un sistema de certificación a escala europea para integrar la seguridad por diseño en los productos, servicios y procesos asociados a las redes 5G. A las medidas regulatorias anteriores se añaden ahora las medidas estratégicas y técnicas para la gestión de riesgo.

El ejemplo de Francia o Alemania

Los Estados miembros se muestran a favor de una mayor interoperabilidad de equipos para reforzar los requisitos de seguridad y aplicar estrategias para garantizar la diversificación de los proveedores para "limitar la dependencia de un mismo suministrador".

Francia confirmó en 2019 que no excluye a ninguno de sus proveedores actuales, incluido Huawei, y tomará las decisiones sobre el despliegue del 5G caso por caso. Alemania no ha tomado todavía una decisión oficial, pero ha advertido a través de su ministro del Interior, Horst Seehofer, de que la exclusión de Huawei demoraría la instalación de las redes 5G unos 10 años, con el consiguiente riesgo económico.

El estudio 'Identification and quantification of key socio‐economic data to support strategic planning for the introduction of 5G in Europe', realizado por la Comisión Europea, estima que en diferentes sectores afectados por el desarrollo de la red 5G se obtendrían unos beneficios superiores a los 100.000 millones de euros anuales y una importante creación de empleos. En este desarrollo, Huawei tiene un rol importante por ser una empresa destacada en el desarrollo de infraestructuras de red y equipos de procesamiento de datos.