No sabemos cómo andas tú, pero aquí en la redacción telescópica y gente cercana, quien más quien menos tiene cinco plataformas de streaming de vídeo, un par de aplicaciones de música, alguna de libros y más videojuegos de los que puede asumir. Peeeero, aun así parece que no todo el mundo comparte nuestra preocupación por quienes crean los contenidos, ni respeta el valor de su trabajo.

Porque la piratería sigue viva. Por mucho que dispongamos de contenidos a precios razonables [hay que reconocerlo], siempre habrá gente dispuesta a buscarlos de forma ilícita. Y eso que [y que conste que esto es una opinión, no un dato] la inversión no sale rentable, porque el tiempo que hay que dedicarle a encontrarlos y los riesgos contra la seguridad y la privacidad son tan elevados, que no merece la pena, créenos.

En 2020 hubo 5.239 millones de accesos ilegales a contenidos

Más de lo que parece

Pero, como señala el Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2020, elaborado por la consultora independiente GfK a instancias de la Coalición de creadores e industrias de contenidos, “en 2020 hubo 5.239 millones de accesos ilegales a contenidos por valor de 30.892 millones de euros”.

Si quieres que te demos un dato positivo, el documento señala que “la piratería digital experimenta en España otro descenso en cifras absolutas, según los datos de 2020, que registran otra caída anual del 7% en el acceso a contenidos infractores”.

Nuestro compañero Borja García ha preparado una infografía con todos los datos, para que te enteres de los más relevantes, de un solo vistazo.

Todos los datos sobre la piratería en España, de un vistazo

El perjuicio para el sector alcanzó los 2.416 millones de euros

Perjucio

El Observatorio añade que “el perjuicio para el sector alcanzó los 2.416 millones de euros en este periodo. Las arcas públicas podrían haber percibido 682 millones de euros durante 2020, una cifra que se eleva a los 5.340 millones desde 2012, y se podrían haber creado 130.000 puestos de trabajo directos e indirectos”.

Algo que también señala Pita Sopena, fundadora de La Tienda de las Palabras, un proyecto que trata de acercar la literatura a las personas y las empresas: “Sinceramente creo que todo lo que sea no pagar por un contenido que no es gratuito es robar y es algo ilegal. Es una acción que básicamente  perjudica al artista y a la industria cultural, que ya bastante débil es y que sustenta a un montón de familias o individuos. Con lo que lo único que provoca es que la cultura se haga pequeña, con lo necesaria que es”.

Sopena reconoce que “quizá en algún momento, el sistema ha podido tener fallos, o los tiene”, pero asegura que “lo importante es corregirlos, no extorsionarlo, beneficiando a otros agentes, básicamente,  informáticos. Como una solución actual han nacido las plataformas, que quizá no es la mejor para los artistas, pero sí permiten a los usuarios pagar un coste muy razonable por contenidos de calidad”.

Cuatro de cada diez consumidores afirman no saber distinguir entre las plataformas legales e ilegales

Industrias afectadas

Por sectores, “la industria del libro es la más afectada, con un porcentaje de individuos que realizan accesos ilícitos del 33%, seguida por las películas (26%), la música (25%), los periódicos (25%), el fútbol (23%), las series (21%), los videojuegos (20%), las revistas (18%) y las partituras (5%)”.

Pero, en el plano económico, se lleva la peor parte la música cuyo perjuicio se valora en unos 482 millones de euros. La siguen las películas, con 322, las series con 138, los libros con 240, los videojuegos con 205, el fútbol con 231, los periódicos con 345, las revistas con 426 y las partituras pierden 28 millones.

Según datos del Observatorio, cuatro de cada diez consumidores afirman “no saber distinguir entre las plataformas legales/ilegales”, mientras que el 54% argumenta que lo hace porque ya paga por una conexión a Internet o televisión de pago.

También hay otras justificaciones, como “para evitar pagar por un contenido que luego no me guste” y “porque no puedo acceder al contenido de otra forma, por ejemplo, versión original, con subtítulos…”, que utilizan hasta el 61% y el 37%, respectivamente.

Seis de cada diez consumidores consideran que la cultura es un sector estratégico para la economía y el empleo

Importancia de la cultura

Otros datos, “muy relevantes, y que son novedosos en esta edición”, según el estudio, señalan que a ocho de cada diez consumidores les ha parecido “importante” poder acceder a contenidos culturales y de entretenimiento durante el estado de alarma o que seis de cada diez consideran que “los creadores e industrias culturales son un sector estratégico para la economía y el empleo en nuestro país”, el mismo porcentaje que afirma que existe, en nuestro país, una oferta legal suficiente para consumir y acceder a la cultura.

El porcentaje de webs desde las que se accedió a contenidos ilegales que están financiadas por publicidad se mantiene por encima del 90%, al igual que en años anteriores. De toda ella, aumenta hasta el 51% la que corresponde a sitios de apuestas y juego online; el 41% a webs de venta online; y el 33% a productos de consumo de marcas de prestigio, “por lo que insistir en la responsabilidad y la colaboración del sector publicitario es fundamental para frenar los modelos de financiación de los portales piratas”, señala el Observatorio.

Con respecto a la privacidad, el documento señala: “Además de la publicidad, como otra de las fuentes de ingresos de las webs de contenidos ilícitos destacan, especialmente, la obtención de datos que los piratas recopilan de modo fraudulento en bases de datos, que posteriormente comercializan y que alcanzan precios muy elevados en el mercado; así, más de dos tercios de los internautas (65%) tuvieron que registrarse como usuarios y ceder datos de carácter personal (email 55%, móvil 17%, completar una encuesta de opinión 17%)”.

“Celebramos los buenos datos de reducción de la piratería, pero no ha acabado. Por ello, debemos tener una normativa mejor y más protectora de los derechos de autor, dotarnos de mejores instrumentos para combatir la piratería y fortalecer los que ya tenemos, y crear conciencia social al respecto”, afirmaba en la presentación del informe Miquel Iceta Llonrens, Ministro de Cultura y Deporte.