“Eliminar las barreras de acceso a carreras STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés] a las que se enfrentan las mujeres supondría un impulso significativo al crecimiento de la productividad”. Con estas palabras, el Fondo Monetario Internacional [FMI] ha puesto de manifiesto la importancia de la aportación femenina en estas disciplinas.

La institución ha llevado a cabo una investigación en los países del G7 [Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido], que pone de manifiesto la necesidad de fomentar el acceso de las mujeres a carreras STEM, como palanca para la economía.

Eliminar las barreras para las mujeres supondría un incremento del 20% de la productividad

Las mujeres STEM en la economía

El estudio sitúa en el 20% el incremento de la productividad que supondría eliminar esas barreras de acceso a trabajos STEM para las mujeres. “Las mejoras permanentes en productividad reflejan, principalmente, un incremento de las trabajadoras STEM, que innovarán y moverán la frontera tecnológica”.

Ese cambio supondría otros beneficios: “Con la productividad creciendo a un ritmo más rápido, los resultados y los salarios también se incrementarían con mayor rapidez, lo que llevaría a un mayor consumo y bienestar”.

Las mujeres de todo el mundo se enfrentan a brechas salariales, tanto explícitas como implícitas

Barreras

El FMI destaca que “las mujeres de todo el mundo se enfrentan a brechas salariales, tanto explícitas como implícitas en los campos STEM”. Las primeras “pueden ser observadas directamente en los datos de ingresos, considerando que el resto de factores sean iguales”.

Según la institución, “esas barreras son más fáciles de identificar y atacar con políticas”. Pero el verdadero problema es que “las mujeres también deben afrontar brechas salariales implícitas, derivadas de las cargas familiares desproporcionadas y la discriminación en el puesto de trabajo”.

En ningún país del G7, el número de universitarias STEM llega al 20%

Pocas mujeres STEM

En todos esos países, el porcentaje de mujeres universitarias que estudian carreras STEM se sitúa por debajo del 20%. El caso más dramático es el de Japón, en el que apenas superan el 7%, frente al 36% de hombres.

El FMI señala que “esta infra-representación refleja las diferentes barreras que existen en Japón para las mujeres en disciplinas STEM, más que una falta de talento femenino”.

El estudio también señala que “eliminar esas barreras incrementará el suministro de talento STEM, lo que generará más trabajadoras que son fundamentales para la automatización, digitalización e innovación”.

El incremento del PIB en Japón se debe a la incorporación de la mujer al mercado laboral

Más trabajadoras, más PIB

Según la investigación, Japón se sitúa como el segundo país con mayor crecimiento del producto interior bruto [PIB] per cápita, solo superado por Estados Unidos.

Una de las fuerzas que han impulsado ese crecimiento es “el cada vez mayor número de mujeres que se han incorporado al mercado laboral”. Esta tasa de participación femenina se situaba en el 74% en 2022, frente a un 63% en 2012.

Esa aportación es aún más relevante, si tenemos en cuenta que “Japón cuenta con una de las poblaciones más mayores del mundo, con una población en edad de trabajar cada vez más constreñida desde los años 90”.

Incorporación de la mujer al mercado laboral

El informe explica que “las nuevas incorporaciones [al mercado laboral] son típicamente madres ex amas de casa que han tenido la oportunidad de unirse de nuevo a la fuerza laboral gracias al refuerzo al apoyo al cuidado de menores proporcionado por el gobierno y la mejora de las políticas de bajas por maternidad”.

Según el FMI, “estas trabajadoras femeninas adicionales han ayudado a mitigar la crónica falta de mano de obra del país, han impulsado los ingresos familiares y alimentado el motor del crecimiento”.

Pero no todo son buenas noticias: “Sin embargo, la tendencia al alza de participación femenina en la fuerza laboral se está ralentizando y pronto será plana. Japón está en búsqueda un nuevo motor de crecimiento”.

Soluciones

“Para incrementar los resultados sin más trabajadores”, el FMI propone “impulsar la productividad de la fuerza laboral existente”. Una meta que debe pasar por “la automatización y la digitalización”. Disciplinas ambas que “requieren el talento STEM que es tan escaso en Japón”.

Por eso, “más que buscar talento barato, se debería animar a más mujeres a seguir carreras en los campos STEM”.

Y no solo eso: “Aunque beneficiaría a la economía en su conjunto, cerrar la brecha de género crea ganadoras y perdedoras. Las profesionales STEM se beneficiarían más, puesto que -en teoría- sus ingresos convergerían con los de sus compañeros masculinos, en función de su talento. Todas las trabajadoras no STEM también se beneficiarían de un mayor crecimiento de la productividad”.